Los 191 países de la Asamblea General de la ONU han declarado 2008 como Año Internacional de la Patata. De esta forma, Naciones Unidas reconoce el importante papel de este tubérculo, originario del Altiplano andino, en la erradicación de la pobreza.
La patata comenzó a cultivarse y consumirse hace 8.000 años y fue introducida en Europa por los conquistadores en el siglo XVI. No obstante, tardó en incorporarse a la dieta de la población mundial por ser visto como un producto tóxico. Dos siglos más tarde se convirtió en uno de los principales cultivos del planeta, especialmente por ser rico en vitamina C y calcio.
Actualmente, aunque el producto es originario de Perú, Chile, Ecuador y Bolivia, la principal zona productora no está en el continente americano, sino en países asiáticos y europeos. Casi el 60% de la producción mundial de patata se concentra en China, Rusia, Polonia, EEUU, India y Ucrania; y en menor medida en Alemania, Holanda y Reino Unido, según datos del Fondo de la ONU para la Agricultura y la Alimentación (FAO).
Los expertos auguran que el consumo de este tubérculo se duplicará en las dos próximas décadas en los países en desarrollo y servirá para resolver los problemas de alimentación en el mundo. De este modo, ocupará el mismo lugar en importancia que el trigo, el maíz y el arroz, que hasta el momento son considerados los tres productos básicos de la alimentación en todo el planeta.