La falta de actividad física es la causa directa de dos millones de muertes al año, que se podrían evitar con la práctica de 30 minutos diarios de ejercicio moderado y una dieta equilibrada, advirtió ayer la Organización Mundial de la Salud (OMS). En los últimos años la actividad física se ha reducido y entre el 60 y el 80% de la población mundial lleva una vida sedentaria, razón por la cual el Día mundial de la Salud se celebrará el domingo bajo el lema «Por tu salud, muévete».
Más de dos tercios de los jóvenes no hacen suficiente ejercicio físico y los entretenimientos sedentarios, como ver la televisión o jugar con el ordenador, ganan terreno. Y la vida sedentaria es una de las diez principales causas de muerte y de incapacidad en el mundo.
Según los últimos estudios epidemiológicos, en el año 2020 las enfermedades no transmisibles, principalmente cardiovasculares y cánceres, serán la causa de más del 70% de la tasa mundial de morbilidad y, de esta cifra, un 85% se producirá en los países en desarrollo.
La falta de actividad física duplica el riesgo de sufrir enfermedades cardiovasculares, diabetes y obesidad y aumenta los riesgos de cáncer de colon, hipertensión arterial, osteoporosis, depresión y ansiedad. El sedentarismo, el consumo de tabaco y una dieta inadecuada son las principales razones del enorme aumento de problemas cardiovasculares y la causa de hasta el 80% de las cardiopatías coronarias prematuras, según el director del departamento de prevención y salud de enfermedades no transmisibles de la OMS, Pekka Puska.
Practica regular y continuada
Las enfermedades crónicas ligadas a estos factores de riesgo son la principal causa de mortalidad en todas las regiones del mundo excepto en el África subsahariana, donde las infecciones como el sida siguen predominando. Según la OMS, se podrían evitar hasta un tercio de los cánceres con una alimentación sana, el mantenimiento de un peso normal y hacer un ejercicio físico durante toda la vida.
Entre las medidas recomendadas por la OMS está una actividad física moderada de 30 minutos al día, que puede incluir el caminar, dejar de fumar y alimentarse de forma equilibrada. Los expertos de la OMS señalaron que los beneficios del ejercicio físico desaparecen del cuerpo 72 horas después de haberlo realizado, de ahí la importancia de que la práctica sea regular y continuada.
Para ello, también es necesario que las autoridades locales y los responsables políticos aprueben medidas que creen un ambiente favorable para una vida saludable. Entre estas medidas está poner en marcha una política de transportes que garantice la seguridad de peatones y ciclistas, prohibición de fumar en edificios y lugares públicos, creación de parques y terrenos de juego accesibles, y promover programas de actividad física en escuelas y comunidades.
La OMS resalta otras ventajas de la práctica de ejercicio físico, como la reducción de la violencia entre jóvenes o de comportamientos de riesgo como el consumo de drogas, además de mejorar la agilidad física y mental de los ancianos.
Para los niños el ejercicio es una forma esencial de desarrollar la coordinación y asegurar un buen desarrollo óseo, muscular y articular, así como la función cardíaca y pulmonar.