La inhalación de humos liberados por soldaduras podría ser un factor desencadenante de un inicio precoz del Parkinson, según revela un estudio publicado en el último número de la revista norteamericana ‘Neurology’. En su estudio el doctor Brad A. Racette y sus colegas de la Universidad de Washington en St. Louis (Estados Unidos) descubrieron que 15 soldadores enfermos de Parkinson desarrollaron los primeros signos de la enfermedad 15 años antes de lo normal. «Esta investigación no demuestra que la soldadura cause la enfermedad de Parkinson», comenta Racette en un comunicado, «aunque resulta sospechoso que la mayoría de estos pacientes tenga una edad muy inferior a lo normal en el inicio de la enfermedad».
«Creemos que una toxina del humo acelera el inicio de la enfermedad en personas de riesgo. Lamentablemente, los datos son preliminares y no pueden determinar la toxina responsable o el mecanismo de acción tóxica», indica Racette. «Nuestra hipótesis es que hemos encontrado un grupo de personas que probablemente habría desarrollado de todas maneras la enfermedad, aunque algún factor relacionado con su profesión le hizo desarrollar la enfermedad antes de lo normal», explica el investigador.
Los investigadores compararon los síntomas clínicos de 15 soldadores profesionales con los de un grupo control de enfermos de Parkinson sin encontrar diferencias en los síntomas. Con una excepción: la edad media de su inicio era para los primeros de 40 años, 15 años menores que para el grupo control. «Lo importante de estos resultados es que podrían llevar al descubrimiento de la primera causa ambiental de Parkinson», concluye Racette.