El consumo moderado de cerveza sin alcohol puede incluirse en la dieta de personas con hipertensión arterial o que sigan una alimentación hipocalórica, ya que un botellín diario de esta bebida aporta 10 miligramos de calcio, potasio y sodio, según un estudio de la Sociedad de Ciencias de la Alimentación.
El estudio, presentado en las V Jornadas de Nutrición Práctica, Dietecom-España, señala que la cerveza «sin» ayuda a evitar las deshidratación en personas mayores, y que tiene un alto contenido en agua (95%), así como de compuestos fenólicos con efectos antioxidantes que previenen las enfermedades cardiovasculares.
Además de hiposódica, esta bebida apenas tiene calorías (14 kcal/100 ml), lo que equivale a tres veces menos que un refresco y menos también que una ración de fruta, por lo que «puede ser una opción recomendable en dietas de adelgazamiento», según el doctor Antonio Villarino, profesor de la Universidad Complutense.
Según el informe de la Sociedad Española de Dietética y Ciencias de la Alimentación (SEDCA), la cerveza «sin» es una bebida «altamente hidratante», de bajo valor energético y «una fuente importante de ácido fólico»: un botellín (siempre sin alcohol) aporta el 10% de las necesidades de ácido fólico recomendado.
Datos de la Asociación de Cerveceros de España señalan que España es el país europeo donde se consume más cerveza sin alcohol, una bebida con más de 2000 componentes, vitaminas, minerales y compuestos fenólicos con propiedades antioxidantes y antiagregantes plaquetarios, que ejercen una función positiva en las patologías cardiovasculares.