Desde mediados de los 90 hasta 2001, los casos de parálisis provocados por la poliomielitis se redujeron de 350.000 a menos de 600 gracias a la unión de Gobiernos, organismos internacionales, ONG´s y miles de voluntarios. De hecho, el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (Unicef) confía en que esta enfermedad desaparezca del mundo en 2005, para lo cual cree necesaria una inversión de 300 millones de euros que se destinarían a la compra de vacunas. De desaparecer, la polio se convertiría en la segunda enfermedad que el hombre ha logrado erradicar, después de la viruela.
La poliomielitis es una enfermedad infecciosa viral que afecta sobre todo a niños y niñas, en especial a los menores de cinco años. El virus entra en el cuerpo a través de la boca y se propaga a través de las heces. La persona que padece la enfermedad puede tener fiebre, vómitos y fuertes dolores de cabeza. En algunos casos, la infección puede derivar en la parálisis de las piernas y hasta de los músculos respiratorios, lo que puede provocar la muerte del enfermo. Actualmente existe una vacuna que se administra por vía oral y que elimina completamente el virus.
Los casos de polio en el mundo se concentran en diez países: India, Pakistán, Nigeria, Afganistán, Níger, Somalia, Egipto, Etiopía, Angola y Sudán. Los cinco primeros presentan una tasa más elevada que los cinco restantes. La destrucción de los sistemas de salud en estos países a causa de los conflictos armados que sufren la mayoría de ellos, dificultan la puesta en marcha de campañas de vacunación contra la enfermedad.
Angola sufrió a principios de 2000 el mayor brote de poliomielitis jamás surgido en África. La puesta en marcha de una gran campaña de vacunación puso a salvo de esta enfermedad al 85% de los niños, pero el 15% restante todavía corre el riesgo de contraer el virus de la polio. Unicef prevé varias campañas de vacunación para estos pequeños para este año y el próximo.
Esta iniciativa también se llevará a cabo en la India, país que durante 2001 registró 268 nuevos casos de polio, más del doble que en cualquier otro país endémico. Aun así, las distintas campañas de vacunación en este país han hecho descender el número de casos, que hace tres años ascendía a 2.000. De ahí la necesidad de invertir los 300 millones de euros en nuevas campañas que permitan poner fin para siempre a la polio.