En España se realizan más de 2.000 trasplantes de riñón al año, según datos de la Asociación Española de Urología (AEU). Todos los trasplantados deben someterse tres veces por semana a hemodiálisis, una operación de dos horas en la que la sangre del paciente es «limpiada» de impurezas por medios mecánicos. Hoy, el principal desencadenante de las dolencias nefríticas es la diabetes tipo II, «una enfermedad de la madurez y que tiene que ver con la civilización: se come mucho y nos movemos poco, somos sedentarios, con lo que sobreviene el sobrepeso», resume Pedro Aljama, jefe del servicio de Nefrología de Hospital Reina Sofía de Córdoba, y uno de los 800 profesionales que han participado esta semana en Bilbao en el XXXII Congreso Nacional de la especialidad.
El mejor modo de prevenir las enfermedades de riñón pasaría, a juicio de los expertos, por el control de la presión arterial. Una tensión elevada podría dar lugar a enfermedades nefríticas. ¿Cómo evitarlo? Realizando ejercicio físico, eliminando el sobrepeso, reduciendo el consumo de sal y de alimentos salados, moderando la ingesta de bebidas alcohólicas y de café, suprimiendo el tabaco y consumiendo una dieta rica en fibras vegetales. En resumen, llevando una vida sana.
Asimismo, los nefrólogos recomiendan tomar mucha agua para ayudar a los riñones en su función de eliminar las impurezas presentes en la sangre. Igualmente, sugieren limitar el consumo de carne en la dieta. «Una dieta rica en proteínas -explica Aljama- somete al riñón a un exceso de trabajo. Y el metabolito final de la proteína es la urea».
Se trata, en definitiva, de consejos sencillos que limitarían la incidencia de estas enfermedades. En España hay actualmente 40.000 enfermos de riñón, 15.000 trasplantados, otros 4.000 que aguardan un órgano y 21.000 que dependen de la diálisis. Cada año, el tratamiento de estos pacientes -que tienen una edad media superior a los 60 años- cuesta unos mil millones de euros. El año pasado se realizaron en España 1.924 intervenciones renales. Nuestro país lidera, gracias al alto índice de donaciones, las tasas mundiales de trasplantes de riñón con 42 intervenciones por millón de habitantes.
Salir de los hospitales
Jesús Montenegro, presidente del Congreso y nefrólogo del hospital vizcaíno de Galdakao, incidió en la tarea que deben desarrollar los médicos de cabecera en la detección de la insuficiencia renal crónica. Al mismo tiempo, los nefrólogos estudian la conveniencia de que su especialidad «salga» de la medicina hospitalaria y se acerque a los ambulatorios. «Nuestro objetivo es el diagnóstico precoz y la puesta en marcha de un plan de prevención de la insuficiencia renal», apuntó el presidente de la Sociedad Española de Nefrología Dámaso Sanz Guajardo. Un objetivo de difícil consecución, aseguran, por la escasez de especialistas, apenas 1.100 en la red pública, consecuencia directa de la escasez de plazas ofertadas.