La lucha que libran las cadenas de restaurantes de comida rápida en Estados Unidos por ganar clientela ofreciendo más cantidad por menos dinero, contribuye a la obesidad de los estadounidenses y a las enfermedades causadas por el sobrepeso.
Esa es la principal conclusión de un estudio que publica en su edición de febrero la revista de la Asociación Dietética de EE.UU., que rechaza la teoría de que los comerciantes de comida rápida estén reduciendo los tamaños de las raciones.
Muchos de esos establecimientos, así como los que distribuyen alimentos envasados, han aumentado de manera sustancial las cantidades respecto a cuando aparecieron en el mercado. «Esta tendencia hacia el aumento de las porciones es paralela con el creciente nivel de obesidad en nuestro país», manifestó Keith Ayoob, portavoz de la Asociación Dietética de EE.UU.
Hace un mes, el Centro para el Control y Prevención de Enfermedades (CDC) admitió que los esfuerzos por detener el aumento de la obesidad en EE.UU. parecían haber fracasado. En el Centro se manifestó que la obesidad había aumentado de 19,8 a 20,9% entre 2000 y 2001 y, actualmente, más de 44 millones de estadounidenses, en una población de 280 millones, son considerados obesos.
Recientemente, un tribunal federal de la ciudad de Nueva York rechazó una demanda interpuesta por las familias de ocho adolescentes que acusaban a la cadena de hamburgueserías McDonald´s de haber convertido en obesos a sus hijos. Según el juez, no había pruebas concluyentes de que la comida que sirven estos restaurantes fuera la causa de los problemas de salud de los querellantes.