La combinación de las tres principales líneas de investigación sobre regeneración celular podría ser la terapia clínica «más efectiva» para curar las lesiones medulares, que afectan en España a entre 800 y 1.000 personas cada año, según informó el investigador inglés Stephen MacMahon.
MacMahon, que imparte clases en el King´s College de Londres, incidió en que las investigaciones sobre el bloqueo de las moléculas inhibidoras, el desarrollo de la habilidad del sistema para regenerarse y la introducción de células que potencian el crecimiento en la espina dorsal son las tres líneas de trabajo más destacadas en la solución de los daños medulares.
Sin embargo, el profesor mostró cierto escepticismo acerca de su éxito, ya que se trata de una línea de actuación incipiente que hasta dentro de unos tres años no comenzará a ofrecer «indicios» fiables de su validez.
El problema de este tipo de lesiones, que derivan en paraplejias parciales o totales, es que las neuronas son incapaces de regenerar sus axones -las ramificaciones nerviosas- seccionados a través de la llamada cicatriz glial que recubre la herida.
Al no regenerarse los axones, se pierden las conexiones nerviosas entre los músculos y el cerebro. Es decir, a diferencia de las células de la piel capaces de hacer crecer de nuevo el tejido, las moléculas del sistema nervioso se inhiben e impiden que éste se cure a sí mismo.
Estos estudios se centran en dar con el «perfil molecular» que inhibe a las moléculas y que permitiría su manipulación para provocar que éstas «vuelvan a crecer», afirmó MacMahon, miembro del Trust Internacional de Investigación de la Médula Espinal. Precisamente, la primera línea de trabajo aboga «simplemente» por neutralizar o bloquear esas moléculas inhibidoras.