Un método para obtener células madre del líquido amniótico, descubierto por un equipo de investigadores de la Universidad de Viena, podría poner fin al debate sobre la aceptación ética de experimentos con tejido embrionario y haría obsoleta la necesidad de destruir embriones para fines científicos. Los investigadores, encabezados por el experto vienés Markus Hengstschlaeger, de la unidad de ginecología de la Clínica Universitaria de Viena, han descubierto que unas células obtenidas del líquido amniótico tienen las mismas características que las de embriones.
En caso de cumplirse las expectativas de los expertos, lo que queda por corroborar a través de estudios, resultaría superfluo el uso de células madre de embriones, tal y como confirma también la revista especializada «Human Reproduction», que se hace eco de este descubrimiento en su número más reciente.
Según advirtió Hengstschlaeger, las investigaciones se hallan en una fase inicial y queda por ver si las células cumplen lo que prometen, para lo cual los expertos necesitan unos dos años más de experimentos.
Embarazo problemático
Las células fueron extraídas del líquido amniótico de mujeres embarazadas que se sometían a un análisis por la sospecha de un embarazo problemático y no con la intención prioritaria de realizar estudios científicos.
Las unidades microscópicas resultaron producir la proteína «oct-4», considerada como indicio decisivo de «pluripotencia», con la capacidad de desarrollar cualquiera de unos 200 tipos de células del organismo humano, y esta proteína hasta ahora tan sólo se encontraba en células madre embrionarias. Mostraron la tendencia a seguir desarrollándose, y en unos experimentos próximos se intentará usarlas para producir tejido de piel o nervios, lo que implica una posibilidad de tratar, por ejemplo, bebés enfermos con tejido «propio» y evitar las reacciones de rechazo.
La visión de los investigadores consiste en que podrían sustituir cualquier tejido del cuerpo humano dañado y disponer así de una panacea.
Algunos descubrimientos recientes de investigadores estadounidenses, como la producción de células madre por partenogénesis y la de un óvulo artificial, que se consideraban imposibles, pueden haber creado ya una situación nueva en la que quedarían desbancados los argumentos éticos en contra de estas investigaciones prometedoras para la medicina.
Aplazamiento
Por otro lado, la Comisión Europea aplazó ayer, martes y, hasta el próximo día nueve su decisión sobre los criterios que regirán la financiación con recursos europeos de las investigaciones con células madre procedentes de los embriones excedentes en las inseminaciones artificiales.
Por el momento, y hasta el próximo mes de diciembre, la Comisión tiene prohibido financiar investigaciones con embriones excedentes -producto de inseminaciones artificiales que permanecen congelados sin usarse y que acabarán siendo desechados-para obtener derivados de células madre.