El sindicato UGT pidió ayer al Gobierno y a las empresas que acometan las medidas necesarias para evitar y prevenir el estrés en el trabajo y el acoso laboral («mobbing»), al tiempo que solicitó que se revise la legislación existente y se adopten nuevas iniciativas legislativas para luchar contra este último.
El estrés constituye para UGT «uno de los principales riesgos derivados del trabajo». Según el sindicato, que se apoya en la Encuesta de Calidad de Vida en el Trabajo 2002 elaborada por el Ministerio de Trabajo y Asuntos Sociales, «entre el 50% y el 60% del absentismo laboral está relacionado con el estrés». La IV Encuesta Nacional de Condiciones de Trabajo (2001) establecía que los sectores pertenecientes a servicios sociales y la Administración o la banca son los más afectados por el estrés laboral.
El sindicato considera el «mobbing» como otro de los problemas psicológicos relacionados con el entorno laboral, que carece de tipificación o regulación expresa. En este sentido, recuerda la Resolución del Parlamento Europeo sobre el Acoso Moral en el Lugar de Trabajo (2001/2339), por la que se «recomendó» a los estados miembros que obligaran a las empresas a poner en práctica políticas de prevención eficaces en esta materia.
Estudios efectuados por la Universidad de Alcalá de Henares (Madrid) en 2002, revelaron que el 15% de la población activa española padecía esta modalidad de acoso, que para algunos expertos se produce por el exceso de competitividad en los entornos laborales y se suele ejercer por un superior jerárquico.
Para UGT, es necesario que los empresarios evalúen los riesgos y habiliten procedimientos para evitar y prevenir el acoso y la violencia en el trabajo, así como facilitar «ayuda psicológica, social y económica» a los afectados. Por ello, pretende que las organizaciones sindicales tengan la «posibilidad» de tomar parte en el proceso de denuncia de estas situaciones, «ejerciendo acciones de justicia con el acuerdo del trabajador».