Médicos de diferentes especialidades y profesionales de la salud han constituido en Badajoz el denominado «Grupo de Obesidad», un equipo orientado al tratamiento del sobrepeso corporal severo de una manera multidisciplinar, «que es como hay que tratar este problema», defiende el doctor Andrés Bas, cirujano integrante de este grupo. En su opinión, el tratamiento quirúrgico no es, en muchos casos, la solución al problema «porque no ha sido eliminada la causa que lo origina». Ello explica por qué a veces, en lugar de mejorar, el paciente ve empeorar su salud.
Las causas de la obesidad mórbida no tienen siempre un origen genético ni son todas producidas por alteraciones de tipo metabólico. Muchas son consecuencia de malos hábitos alimenticios o dietas nutricionales inadecuadas. «Hay personas que comen cantidades excesivas de alimentos o productos de alto poder calórico, muy por encima de su gasto energético», comenta Bas.
Además, la asimilación de pautas alimenticias foráneas, cuyo mejor exponente es la denominada «comida basura», ha acentuado el problema. «Ya sabemos los problemas que esas comidas, a base de hamburguesas, patatas fritas, perritos calientes y demás, han causado en Estados Unidos, creando un país de obesos. Pues bien, a otra escala, ese problema ya lo tenemos aquí», comenta Bas.
Según uno de los estudios más amplios realizados en España, la prevalencia de la obesidad se sitúa en torno al 14,5% de la población adulta y casi un 30% se encuentra en el estadio de sobrepeso. Más que estas cifras, en sí importantes, lo que resulta más preocupante es el hecho de que la tasa va en progresión, sobre todo entre la población infantil.
Como causas más comunes de la obesidad, el estudio señala en primer lugar la sobreingesta de alimentos y energía, y en menor proporción los trastornos endocrino-metabólicos (enfermedad de Cushing, hipotiroidismo, etc.), ciertos trastornos psicológicos (bulimia nerviosa), la yatrogenia (ligada al consumo de ciertos medicamentos como los corticoides, etc.) y, en obesidades extremas, los factores genéticos (línea de investigación actual).
Mala alimentación
Una encuesta elaborada por la Sociedad Española de Nutrición Básica y Aplicada en 2002 puso de manifiesto que casi un tercio de la población española, el 32%, tiene una alimentación inadecuada, hecho muy relacionado con el estilo de vida propio de las grandes urbes.
En general, la alimentación de los españoles ha empeorado en los últimos años, entre otras razones porque cada vez son menos las personas que se dedican en exclusiva al cuidado de la familia. Pero al margen de la falta de tiempo o de disponibilidad que muchos tienen para hacer una comida reposada, debe reconocerse que ahora se come más, excesivamente en muchos casos.
Detrás del apetito desmesurado que muestran algunos pacientes obesos o de la frecuencia con que otros se alimentan, se esconde, no pocas veces, un problema psicológico. Como señala Bas, «hay personas que se sienten impelidas a comer no porque tengan necesidad de ello, sino por un impulso irreprimible derivado de un trastorno mental».
La cirugía ha demostrado ser una solución radical muy efectiva para detener el proceso, «pero de nada vale si no se actúa sobre la raíz del problema, pues la obesidad volverá a aparecer con más complicaciones», resalta el cirujano pacense.
En todo caso, considera necesario que antes de someterse a una intervención de gastroplastia el paciente haya sido valorado por otros especialistas, incluidos psicólogos o psiquiatras. «La obesidad es un problema complejo y como tal debe ser abordado con un enfoque multidisciplinar», destaca.
«Grupo de Obesidad»
Con ese planteamiento se ha constituido el «Grupo de Obesidad Badajoz», formado por Juana Fraile, especialista en endocrinología y nutrición; María Ángeles Berges, especialista en aparato digestivo; Antonio Causí, cirujano estético; Andrés Bas, cirujano especializado en laparoscopia, además de psiquiatras y psicólogos del Instituto de la Psicopatología clínica.
Con la actuación conjunta de estos especialistas se desarrolla un programa integral sobre protocolos establecidos para el abordaje terapéutico de la patología: dieta, educación nutricional, apoyo psicológico, fármacos, balón intragástrico y tratamiento quirúrgico.
El doctor Bas se inclina por la cirugía laparoscópica para la corrección de la obesidad al ser menos agresiva que la abierta y, por tanto, permite una mejor y pronta recuperación. No obstante, advierte de que una gastroplastia entraña siempre riesgos pues «hay que tener en cuenta que sea cual sea el método que se adopte, es una intervención contra natura en unos tejidos muy delicados e internos».