Los ambientadores y productos de aromaterapia contienen elementos cancerígenos y otras sustancias nocivas para la salud, según revela un estudio realizado por las organizaciones de usuarios que integran la Asociación Europea de Consumidores (BEUC).
El estudio analizó 76 ambientadores para el hogar que se venden en la Unión Europea (UE), divididos en cinco grupos: vaporizadores, productos líquidos y geles, difusores eléctricos, velas perfumadas y productos «falsamente llamados naturales», como el incienso, los aceites esenciales y los productos desecados y perfumados. El análisis llevado a cabo en España por la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) concluyó que 23 de los 32 productos analizados son «muy malos» y deberían prohibirse.
Estos artículos contienen elementos nocivos para la salud, y en particular sustancias cancerígenas (como el benceno y el formaldehíno), alérgenos, irritantes o elementos que pueden afectar al sistema reproductivo, como almizcles artificiales y ftalatos. «Al contrario de lo que se nos hace creer, los ambientadores y perfumes para el hogar no purifican el aire, sino que lo contaminan al emitir sustancias claramente tóxicas», afirma el director de BEUC, Jim Murray.
De todos los ambientadores testados, los más peligrosos son los que funcionan por combustión, como las velas y el incienso, seguidos de los difusores eléctricos, indica el estudio.
Murray recuerda que actualmente las empresas no están obligadas a llevar a cabo pruebas sobre la toxicidad de estos productos, aunque existe un «código de conducta» que las organizaciones de consumidores consideran «demasiado limitado».
Por ello, BEUC exige una normativa que obligue a medir la toxicidad de los ambientadores antes de su comercialización y un etiquetado que advierta sobre la necesidad de evitar su uso en presencia de población vulnerable, así como la eliminación de los mensajes publicitarios que aseguran que estos productos purifican el aire o son naturales.
Para combatir los olores desagradables, BEUC aconseja optar por una ventilación adecuada, el uso de flores y frutas naturales y el bicarbonato.