El consumo de uvas de mesa frescas en Navidad, y en concreto durante las campanadas de Nochevieja, se mantendrá estable este año en torno a las 2.500 toneladas, mientras que aumentará la demanda de frutas exóticas, más allá de la ya tradicional piña, según informaron fuentes de la Asociación Agraria de Jóvenes Agricultores (Asaja) de Alicante.
Parece que las uvas en almíbar no han arraigado. «La gente prefiere conservar la tradición y comprar uvas frescas enteras, por lo que creemos que las uvas en almíbar, peladas y sin pepitas, incluso caerán ligeramente este año», indicaron las mismas fuentes.
Al margen de las uvas, las frutas tropicales, sobre todo la piña, se han consolidado ya en las mesas navideñas, aunque está aumentando la demanda de frutas más exóticas, como el mango, la papaya, el aguacate, el lichi o los bananitos, procedentes de Colombia, Costa Rica y Ecuador.
No obstante, la piña sigue siendo la fruta tropical navideña por excelencia, ya que el mes de diciembre acapara un tercio de la comercialización de este producto.
Frutas de contratemporada
En esta época se venden también cada vez más frutas de contratemporada, como cerezas, albaricoques o melocotones, que proceden de Latinoamérica; en concreto, este año se espera un importante incremento en las ventas de melón «piel de sapo» brasileño.
La Navidad también impulsa las ventas de cítricos, muy adecuados para digerir comidas copiosas, que, en este caso, se trata de productos cultivados en España.