Un grupo de científicos del Instituto Ramón y Cajal de Madrid, perteneciente al Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), ha demostrado, a partir de experimentos en tejido cerebral humano y en ratones, que un cannabinoide es capaz de prevenir la pérdida de memoria y reducir la inflamación cerebral asociada al Alzheimer.
La directora de la investigación, María de Ceballos, explicó que la «eficacia» del cannabinoide, similar al componente activo de la marihuana, se demostró después de comprobar que varias ratas a las que se les había inyectado la sustancia combinada con la proteína amiloide (desencadenante del mal) eran capaces de recordar un camino que los propios científicos les habían enseñado dos meses atrás.
No ocurrió lo mismo en otras ratas a las que los científicos administraron exclusivamente la proteína amiloide, ya que, tras los dos meses de ensayo, ese grupo de animales había olvidado el recorrido y presentaba una gran inflamación cerebral, inexistente en el grupo de animales tratados con el cannabinoide. Los investigadores habían enseñado durante cinco días a ambos grupos a aprender a encontrar una plataforma escondida en un tanque de agua.
A partir de ahí, Cevallos pensó que esta sustancia podría ser eficaz en el tratamiento preventivo del mal. Además, los resultados del trabajo, que publica hoy la revista «The Journal of Neuronscience», han servido para caracterizar los receptores de cannabinoides CB1 y CB2, a partir del estudio de tejido cerebral de enfermos de Alzheimer.
Los investigadores compararon tejido cerebral de pacientes que murieron de Alzheimer con el de personas sanas que fallecieron a una edad similar. La comparación les permitió observar que los receptores de cannabinoides estaban asociados en la enfermedad a marcadores de activación de la microglía (célula inmune del cerebro), así como a algunas neuronas que habían sobrevivido. El receptor CB1 está presente en todos los tipos de células del cerebro y su activación provoca los efectos mentales del cannabinoide, mientras que CB2 solo está presente en la microglía.
Los responsables de la investigación aseguran que éste es un hallazgo con el que «se abre una nueva posibilidad» para tratar el Alzheimer, que afecta en España a más de 600.000 personas.