Hasta un 80% de los enfermos de cáncer desarrollará algún grado de desnutrición, según el libro «El Problema de la Nutrición en Oncología Clínica» de Eduardo Díaz-Rubio, jefe del Servicio de Oncología Médica del Hospital Clínico San Carlos de Madrid. La publicación está coordinada por José Ángel García Sáez, médico adjunto del Servicio de Oncología del mismo hospital. Además, el estudio también señala que la desnutrición es un factor que contribuye al 50% de las muertes causadas por esta enfermedad.
Estas conclusiones han sido expuestas en el marco del Congreso de la Sociedad Española de Oncología Médica (SEOM), que se celebra estos días en Zaragoza. Según precisan estos especialistas es necesario que exista una coordinación multidisciplinar en el cuidado nutricional del enfermo oncológico.
El libro pretende llamar la atención sobre la importancia que tiene el mantener un adecuado estado nutricional de los enfermos en las distintas situaciones clínicas, garantizando una asistencia médica integral de calidad.
Recomendaciones nutricionales
Las diversas recomendaciones nutricionales que realizan los autores van desde consejos dietéticos, hasta soportes nutricionales orales, preferiblemente aquellos que tengan una evidencia científica.
Según estos especialistas se puede utilizar el soporte nutricional para estimular el sistema inmune y corregir los trastornos metabólicos producidos en el organismo en el síndrome de caquexia tumoral. Los más importantes son los ácidos grasos omega-3, como por ejemplo el ácido eicosapentanoico (EPA). Diversos datos clínicos defienden el suplemento EPA para suprimir los cambios metabólicos asociados con el cáncer y estabilizar el peso. Su administración junto con proteínas y calorías suplementarias promueve la ganancia de peso y la restauración de tejido magro, además de un aumento de la funcionalidad y calidad de vida de los pacientes, según los especialistas.
Pérdida de peso
En cuanto a la pérdida de peso, los expertos advierten que afecta a la actividad física, a la capacidad de tolerar y responder al tratamiento, así como a la imagen de uno mismo. De esta forma, la calidad de vida del paciente empeora y se una disminución de la capacidad para trabajar, incapacidad para disfrutar de placeres sencillos y el incremento del sentimiento de aislamiento.
La pérdida de peso puede deberse a factores mecánicos (cuando el tumor es la causa directa, por obstrucción), metabólicos (cuando impide la absorción de los nutrientes), o a efectos secundarios del tratamiento de quimioterapia o de radicación (nauseas, vómitos y aversión a la comida).
Destinatarios de la obra
La obra está dirigida a profesionales de la oncología clínica para concienciar a este grupo de la trascendencia del problema de la nutrición en los pacientes con cáncer y contribuir al mejor conocimiento de la fisiopatología de los problemas nutricionales.
A lo largo de sus 16 capítulos aborda desde la epidemiología del estado nutricional en los pacientes con cáncer, a los efectos de los distintos tumores respecto de la caquexia y la anorexia habituales en esta enfermedad.