La dieta mediterránea es el mejor modo de alimentarse tanto para la población en general como para los enfermos de cáncer. Así lo expusieron ayer varios expertos en cáncer y nutrición durante un coloquio del Oncomaratón Informativo celebrado en la ciudad de San Sebastián.
El doctor Eduardo Díaz, del Clínico San Carlos (Madrid), indicó que desde hace una década está demostrado que existe una «evidencia clara de la relación» entre dieta y cáncer. A ello habría que añadir un aumento de la actividad física, que preconiza tanto el doctor Díaz como Jaime Sanz, experto en cuidados paliativos del Hospital Marqués de Valdecilla (Santander).
Los expertos advirtieron de que el tipo de alimentación es responsable en un 30% ó 40% de la aparición de tumores. Asimismo, insistieron en que existen alimentos que pueden ser considerados «protectores» del cáncer (fibras, verduras…), y otros que se pueden calificar de «nocivos», como las grasas saturadas, los conservantes o las salazones.
La investigadora y subdirectora de Salud Pública de la Dirección Territorial de Guipúzcoa, Miren Dorronsoro, que también participó en el coloquio, aseguró que los datos del EPIC (un estudio prospectivo europeo sobre dieta y cáncer) confirman la idoneidad de la dieta mediterránea. «Está considerada protectora frente a la dieta que se sigue en los países del norte de Europa, que aumenta el riesgo de cáncer».