Existe una relación directa entre el incremento en el consumo de comida rápida (refrescos edulcorados, hamburguesas, pizzas y salchichas) y el aumento progresivo de peso, según una investigación de la Universidad de Navarra, que asegura además que es un factor responsable de la creciente prevalencia de la obesidad en España y Europa.
El trabajo, publicado en el último número de «American Journal of Clinical Nutrition», la revista más prestigiosa en el campo de la nutrición, se ha llevado a cabo con 7.000 varones y mujeres de mediana edad, considerando factores como la ingesta diaria de calorías, el consumo de alcohol, el tabaquismo y la actividad física, entre otros. Más o menos la mitad de las personas examinadas ganó peso durante la investigación, lo que se asoció a esos hábitos y al abandono de la dieta mediterránea, según el estudio del departamento de Medicina Preventiva y Salud Pública, dirigido por el catedrático Miguel Ángel Martínez-González.
Las conclusiones de este estudio «resultan preocupantes con respecto a la epidemia global de obesidad porque sugieren que la conexión entre estos productos y el aumento de sobrepeso que se ha encontrado en Estados Unidos está comenzando a evidenciarse también entre la población mediterránea adulta y con un buen nivel de formación», señalaron los expertos.
Las personas que suelen tomar comida rápida descuidan el consumo de productos saludables como fruta, verdura, pescado, cereales y lácteos, según los investigadores. Además, esa «dieta americanizada» contiene excesivas calorías; presenta un alto contenido en grasas saturadas, muy dañinas; y apenas contiene fibra, añadieron. Por lo que se refiere a los refrescos, los científicos explicaron que están endulzados con almíbar de maíz, un tipo de azúcares que favorece la acumulación de grasa.