Ayer se celebró una jornada para conmemorar el 20 aniversario de la Ley General de Sanidad, una normativa fundamental de la democracia, según dijo la actual ministra del ramo, Elena Salgado, quien manifestó la necesidad de corregir desajustes, modernizar estructuras, modificar algunos comportamientos y definir estrategias que permitan garantizar la sostenibilidad y la mejora del Sistema Nacional de Salud (SNS) a medio y largo plazo.
Salgado explicó que «para garantizar la sostenibilidad financiera no es suficiente con poner más recursos, sino que es imprescindible racionalizar la utilización de los mismos, para lo que es preciso desarrollar las líneas de actuación que también aprobó la Conferencia de Presidentes».
En este sentido, señaló que la racionalización del uso de los medicamentos, de las políticas de compras, el refuerzo de la Atención Primaria y su capacidad de resolución, y el uso racional y eficiente de las tecnologías sanitarias, son algunas de las actuaciones que se deben acometer entre todos de manera coordinada en el conjunto del sistema.
La titular de Sanidad y Consumo abogó además por reforzar los elementos de coordinación y cohesión del sistema sanitario. En esta línea, hizo hincapié en proyectos como la Cartera de Servicios Comunes del SNS, la ampliación del Fondo de Cohesión Sanitaria o la puesta en marcha de los servicios de referencia, «piezas fundamentales en esta cohesión, junto con el fortalecimiento del Consejo Interterritorial como piedra angular del sistema».
Ley clave
Para Salgado, la Ley General de Sanidad «ha sido una de las leyes clave de la democracia». En su opinión, esta normativa consagró hace 20 años los principios de universalidad y de financiación pública, que se han consolidado con el paso de los años; además, añadió, posibilitó la oferta de un paquete de prestaciones y servicios sanitarios muy amplios, que se pueden incrementar en el futuro con nuevos adelantos, tecnologías e investigaciones.
«Disfrutamos de uno de los mejores sistemas sanitarios del mundo, con excelentes resultados en salud, en satisfacción de los ciudadanos y en eficiencia», precisó la titular de Sanidad, al tiempo que recordó que la esperanza de vida de los españoles está en 79,7 años, una de las más altas del mundo.