El Eurobarómetro hecho público ayer por el Ejecutivo comunitario refleja que el país de la Unión Europea con un mayor apoyo de la opinión pública a los alimentos genéticamente modificados es España, donde el 74% de los encuestados está a favor. Ello contrasta con la fuerte oposición del conjunto de los europeos a los organismos genéticamente modificados (OGM), ya que el 58% de estos ciudadanos rechaza su desarrollo.
Según la misma fuente, el número de partidarios de los OGM supera al de los detractores también en Portugal, Irlanda, Italia, Malta, República Checa y Lituania, mientras que el mayor rechazo a los transgénicos se registra en Grecia, Chipre, Letonia, Luxemburgo o Austria.
A la pregunta de si comprarían alimentos genéticamente modificados, los países donde hay una mayor oposición son Austria, Grecia, Hungría, Alemania y Letonia. En el otro extremo, España, Malta, República Checa, Países Bajos, Bélgica o Portugal son los países más favorables a esta adquisición.
La confianza de los ciudadanos en la normativa de la UE en materia de biotecnología ha aumentado últimamente, según Bruselas, que admite no obstante que ello no ha influido sobre las intenciones de compra de transgénicos declaradas por los consumidores.