La revista «Public Library of Science Medicine» publicó ayer un estudio de científicos islandeses que han descubierto un gen del cáncer de mama que podría aumentar el riesgo de ese mal entre las europeas. El descubrimiento del gen, identificado como BARD1, sugiere que las mujeres que tienen ciertas mutaciones en dos de los genes corren un gran peligro de sufrir cáncer de mama, señalan los científicos en su estudio.
Este gen entra en acción con los genes BRCA1 y BRCA2 que son, según se ha confirmado, los que aumentan el peligro de la enfermedad en aproximadamente un 80%, según investigadores de la empresa «Decode Genetics», de Islandia. «La variante BARD1 funciona con la mutación del BRCA2 en Islandia y aumenta la probabilidad de cáncer desde un 45% en mujeres que tienen sólo la mutación BRCA2 hasta un 100% en las que tienen la variante BARD1», según Kari Stefansson, directora de Decode Genetics.
Los científicos estudiaron en este trabajo a 1.090 islandesas que tenían cáncer de mama y las compararon con 703 que no sufrían la enfermedad. La mutación de BARD1 apareció en el 5,4% de pacientes con cáncer, mientras que únicamente se detectó en el 3,1% de mujeres que no tenían cáncer. Ello significa un aumento del riesgo de 80%, señalaron los investigadores.
La mutación BARD1 no es especialmente peligrosa, pero en quienes tienen también una mutación específica de BRCA2 el riesgo de cáncer de mama aumenta considerablemente, según los autores de este estudio, que recordaron que la mutación BARD1 ha sido descubierta en familias italianas y finlandesas con antecedentes de cáncer de mama y ovárico, pero no en personas de origen chino, japonés, afroamericano o yoruba. «Por lo tanto, la variante podría estar limitada a individuos de origen europeo y podría contribuir al mayor número de casos de cáncer de mama asociados a este grupo», señalaron los científicos.