Cada 14 minutos muere un español de ictus, según un estudio

La mitad de los supervivientes a esta enfermedad tendrán discapacidades a largo plazo
Por EROSKI Consumer 8 de noviembre de 2006

El ictus o infarto cerebral causa la muerte de una persona en España cada 14 minutos y el 26% de los afectados fallece en los seis meses siguientes. Estos datos aparecen recogidos en un estudio presentado ayer por el Grupo de Estudios de Enfermedades Cerebrovasculares de la Sociedad Española de Neurología (GEECV-SEN), con motivo de la celebración del Día del Ictus.

Esta enfermedad, que afecta a 120.000 españoles cada año, tiene un índice de mortalidad de un 20% tras el primer ataque y de un 34,7% tras el segundo. En concreto, una de cada 10 muertes en nuestro país está causada por un ictus, con lo que se sitúa como la segunda causa de fallecimiento y la primera en el caso de la mujer.

Los expertos inciden en la importancia de conocer los síntomas que manifiesta el ictus para poder prevenirlo, como pérdida de fuerza o de sensibilidad de medio cuerpo, la dificultad para hablar o entender, la pérdida súbita de la visión por uno o los dos ojos, y la aparición de un intenso dolor de cabeza. Por otra parte, los factores de riesgo son: hipertensión arterial, tabaquismo, colesterol elevado, arritmias, diabetes, abuso de alcohol, sedentarismo, el tipo de dieta o la edad. Las secuelas más frecuentes de esta enfermedad son parálisis, dificultades en el lenguaje, trastornos emocionales y de tipo cognitivo.

Discapacidad

El ictus es la causa principal de la discapacidad del 66% de las personas adultas. El 50% de los supervivientes a un ictus tendrá discapacidad a largo plazo. Algunos pacientes presentan problemas de atención, concentración, pensamiento, juicio, aprendizaje y memoria. Otra discapacidad común es la depresión, en el 40% de los casos.

Según el estudio, los pacientes que son tratados en las primeras seis horas por un neurólogo recuperan en mayor medida las funciones neurológicas. Pero tan sólo el 50% de los afectados ingresa en el hospital antes de las seis horas.

Pasada la fase aguda y los primeros meses de riesgo, el objetivo es la recuperación del paciente a través de la fisioterapia, la terapia ocupacional, la logopedia y la terapia psicológica/psiquiátrica.

Los pacientes que son tratados en las primeras seis horas por un neurólogo recuperan en mayor medida las funciones

Para reducir la aparición de nuevos ictus más graves, los especialistas cuentan con medicamentos que han demostrado reducir el riesgo como los antihipertensivos y las estatinas. En este sentido, advierten de que es fundamental cumplir a rajatabla el tratamiento y controlar los factores de riesgo vascular.

Problema socio-sanitario

Con motivo de esta jornada del ictus que tiene por lema «Después del ictus, hay mucha vida por vivir. ¡Y podemos ayudarte!», el coordinador del GEECV-SEN, José Álvarez Sabín, explicó que «el riesgo de morir que padece una persona que sufre un ictus por segunda vez, es de un 73% y de un 39% si hablamos de quedar con alguna dependencia funcional».

Los problemas sociales y económicos del ictus son también muy importantes, ya que la mayoría de los pacientes que sufren secuelas se ven obligados a abandonar su puesto de trabajo, a lo que se une los gastos derivados de la situación de dependencia.

Con el fin de reducir la mortalidad y la dependencia funcional es muy importante insistir en las medidas preventivas para evitar un segundo episodio, mediante fármacos y un estilo de vida saludable sin tabaco, con disminución de peso, ejercicio regular y una dieta adecuada.

Los especialista insistieron hoy en que del cumplimiento adecuado de estas recomendaciones dependerá el que el paciente afectado evite un nuevo episodio de ictus y recupere en lo posible su autonomía.

«Estamos ante uno de los principales problemas socio-sanitarios en todo el mundo. A pesar de los grandes avances en su manejo, su impacto aumentará en los próximos años, se estima que el envejecimiento de la población motivará que en quince años tengamos un incremento absoluto del 30% en el número de personas que sufran un primer ictus», según Álvarez Sabín.

Haber sufrido un ictus es el principal factor de riesgo para sufrir otro. «Este riesgo se mantiene toda la vida, un riesgo que además puede materializarse no sólo a nivel cerebral, sino también cardiaco, con un infarto de miocardio», según el experto.

Recuperación

Se ha comprobado, según el estudio, que los pacientes que son tratados en las primeras seis horas por un neurólogo, en un hospital, recuperan en mayor medida las funciones neurológicas. Tan solo el 50% de los afectados ingresa antes de las seis horas y esto se produce, «curiosamente»,en áreas sanitarias en las que la población esta más informada. La medida más eficaz para reducir el impacto de las secuelas es recibir una atención neurológica especializada lo antes posible, tras sufrir el ictus.

Pasada la fase aguda y los primeros meses de riesgo, el objetivo es la recuperación del paciente con alteraciones neurológicas a través de la fisioterapia, la terapia ocupacional, la logopedia y la terapia psicológica/psiquiátrica. Según el experto, la edad suele condicionar la recuperación, «el paciente de edad avanzada encuentra más problemas para recuperar su capacidad funcional» dijo Álvarez Sabín.

A pesar de la importancia sanitaria y social de esta enfermedad, la atención que se le dedica es limitada y se encuentra desigualmente repartida a nivel nacional. Según los especialistas, una adecuada atención permite reducir la mortalidad en un 17% y la dependencia funcional en un 25%.

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