Más de tres millones de personas fallecen cada año en el mundo por una excesiva concentración de glucosa en la sangre, según una investigación que la revista médica británica The Lancet ha publicado. De estas muertes, 960.000 se deben directamente a la diabetes y 2,2 millones son el resultado de trastornos cardiovasculares causados por un exceso de azúcar. El exceso de glucosa en la sangre causa 3,16 millones de muertos cada año, o sea tres veces más que las muertes que fueron atribuidas directamente a la diabetes propiamente dicha en 2001.
En vísperas del Día Mundial de la Diabetes, que se celebra el 14 de noviembre, los investigadores consideran que estas cifras son comparables a las muertes anuales que causan el tabaco (4,8 millones), el exceso de colesterol (3,9 millones) y el sobrepeso y la obesidad (2,4 millones).
Los datos hablan por sí solos. Alrededor de 1,5 millones de decesos por infartos de miocardio (es decir el 21% del total) y 709.000 muertes por Accidentes Vasculares Cerebrales (AVC) pueden ser atribuidas a un elevado índice de glucosa en la sangre, aunque demasiado bajo para hablar de diabetes, según el equipo de Goodarz Danaei y Majid Ezzati, de la Harvard School of Public Health, en Estados Unidos.
La mayor parte de estas muertes se registran en países con recursos escasos o medios, señalan los investigadores, que analizaron las tasas de glucosa sanguínea en 52 países. En cuanto al infarto, el sur de Asia es la región más afectada, con 548.000 muertes, seguida de Europa y de Asia central (313.000). El sur de Asia encabeza también la lista de fallecimientos por AVC (215.000).
La Federación Internacional de la Diabetes estima que 194 millones de personas estaban enfermas de diabetes en 2003 y que, de aquí a 2025, casi 350 millones padecerán esta enfermedad, principalmente en los países pobres.