Un estudio de la agencia de investigación médica de Estados Unidos intentará demostrar si el suplemento dietético creatina puede retardar el avance de la enfermedad de Parkinson. El estudio clínico a gran escala sobre esa sustancia, que será llevado a cabo por el Instituto Nacional de Enfermedades Neurológicas y de Derrame Cerebral (NINDS, sus siglas en inglés), será uno de los mayores realizados sobre esa enfermedad.
La progresión del Parkinson no puede ser frenada en la actualidad con ningún tratamiento. Sin embargo, la creatina, que se usa actualmente para mejorar el desempeño físico, ha aportado datos que han convencido al NINDS para lanzar el estudio. Así, estudios preliminares con ratones muestran que la creatina podría actuar como un antioxidante y proteger a la mitocondria, que produce energía dentro de las células, con lo que alargaría la vida de las neuronas.
Para probar los efectos de la creatina, el NINDS reclutará a 1.720 personas en EE.UU. y Canadá que sufren los síntomas iniciales del Parkinson. Como parte del estudio, que durará entre tres y cinco años, algunos recibirán creatina y otros un placebo, de forma que los médicos puedan determinar si ese suplemento es efectivo contra la dolencia. «Este estudio es un paso importante hacia el desarrollo de una terapia que podría cambiar el curso de esta enfermedad devastadora», dijo Elias Zerhouni, director de los Institutos Nacionales de Salud de EE.UU.