Los 193 países de la Organización Mundial de la Salud (OMS) acordaron ayer por enésima vez posponer la eliminación de las cepas de viruela que guardan Estados Unidos y Rusia por temor al bioterrorismo. Las muestras del peligroso virus se mantendrán al menos hasta 2011.
La viruela es la primera y única enfermedad que se ha conseguido erradicar en el mundo, pero 20 años después del mayor éxito sanitario de la historia, y tras las 600.000 muertes al año que causó en Europa entre los siglos XVI y XVIII, ambos países aún mantienen cepas vivas del virus de la enfermedad.
La comunidad internacional decidió posponer su eliminación por miedo a que en algún lugar del mundo existan más cepas y que, una vez destruidas las oficiales, se utilicen como arma química.
«Mientras el mundo cree que el virus sólo está en manos de Estados Unidos y Rusia, no sabemos si efectivamente es así. Es una precaución que aún consideramos necesaria», aseguró el secretario estadounidense de Salud, Michael Leavitt.
La resolución adoptada ayer en la 60 Asamblea Mundial de la Salud, que se celebra en Ginebra hasta el 23 de mayo, reconoce que «podrían existir reservas desconocidas de virus variólico vivo y su liberación deliberada o accidental sería catastrófica para la comunidad mundial».