La piña es una fruta cada vez más común, y menos exótica, en nuestra cesta de la compra. Aunque a simple vista es difícil saber si está en su punto de sazón (madurez), nos podemos guiar por estos trucos: la pulpa tiene que ceder ligeramente a la presión de los dedos, su aroma ser intenso, y la punta de las hojas (brácteas) tener un tono anaranjado y poderse arrancar con cierta facilidad.
Fruta tropical de bajo valor calórico
La piña, con su elevado contenido de agua, y bien madurada, aporta alrededor del 11 g/100 g de hidratos de carbono. En cuanto a minerales, destacan en cantidad el potasio, el magnesio, el cobre y el manganeso. Las vitaminas más abundantes de la piña son la vitamina C y, en menor cantidad, la tiamina o B1 y la B6 o piridoxina.
Los componentes no nutritivos de la piña son muy significativos desde el punto de vista dietético:
- Su contenido en fibra es considerable.
- Contiene una enzima, la bromelina o bromelaína, similar a las enzimas digestivas, que ayuda a digerir las proteínas.
- Los ácidos cítrico y málico son los responsables de su sabor ácido y, como ocurre en los cítricos, el primero potencia la acción de la vitamina C.
Disfrutar de su intenso sabor dulce
Esta fruta tropical tan conocida y apreciada, consumida al natural (sola o en macedonia) es ideal como postre, para favorecer la digestión, y también como aperitivo para preparar al estómago antes de las comidas.
Además, la piña nos da pie a elaborar un zumo pasando los trozos de pulpa por una batidora o trituradora. Se recomienda tomarlo enseguida, para aprovechar todas sus propiedades, pero a pequeños sorbos, ensalivándolo bien, para evitar que provoque acidez de estómago.
Si se opta por tomarla en conserva, contiene todavía la mayor parte de sus vitaminas, minerales y fibra, sin embargo es pobre en su enzima bromelina que se degrada con facilidad y además resulta más calórica puesto que se conserva en almíbar (solución azucarada).
Combina bien con algunos sabores salados y una de las cocinas internacionales que más utiliza esta fruta es la cocina china. El cerdo o el pato, por ejemplo, de fuerte sabor, congenian perfectamente con la piña.