Un estudio desarrollado por científicos estadounidenses mantiene que el Parkinson puede reducirse o detenerse rejuveneciendo las neuronas mediante fármacos como la nifedipina o el verapamilo, que bloquean los canales cálcicos. El hallazgo, publicado en la edición de Internet de la revista científica británica «Nature», podría suponer el principio de una nueva estrategia terapéutica para combatir este trastorno.
Las neuronas que contienen dopamina, un neurotransmisor del sistema nervioso central, tienen la clave en la que se basa esta nueva propuesta médica, a la que se llegó después de hacer varias pruebas con ratones. Estas células van haciéndose a medida que rejuvenecen cada vez más dependientes de los canales cálcicos para mantener su actividad normal. Los expertos señalan que esta dependencia podría evitarse si se bloquean esos canales y se obliga a las neuronas a usar otro tipo de canal iónico.
Situadas en la región cerebral conocida como «sustancia negra», estas neuronas adquirirían la independencia que tuvieron en su juventud y se las protegería así de la degeneración que produce el Parkinson. Los investigadores indican que si bien son varias las regiones cerebrales que muestran signos de esta patología, los síntomas motores del Parkinson están inequívocamente asociados a la degeneración y la muerte de las neuronas que contienen dopamina.