La vacuna contra el cáncer de cuello de útero Gardasil se dispensa desde hoy en las farmacias españolas. El Consejo de Ministros autorizó el 24 de agosto la comercialización en España de este preparado tras la pertinente reunión de la Comisión Interministerial de Precios de los Medicamentos. La decisión se sustenta en numerosos ensayos clínicos y en la situación en otros países de la Unión Europea. Con la comercialización de la vacuna y la agilización de los trámites para su inclusión en el calendario de vacunación, España se suma a países como Alemania, Reino Unido, Bélgica, Francia o Dinamarca, que ya han recomendado su incorporación.
El virus del papiloma humano (VPH), que se transmite a través de las relaciones sexuales, provoca el 70% de los tumores de cuello de útero. Además, también puede transmitirse de manera vertical, de madre a hija. En España, 594 mujeres fallecieron por esta causa en el año 2005. Cada año se diagnostican en España 2.100 nuevos casos de cáncer de cuello de útero. Otras enfermedades genitales causadas por el virus afectan cada año a 497.000 mujeres. Se estima que la vacunación colectiva evitará una muerte por cada 172 niñas vacunadas.
El ministro de Sanidad y Consumo, Bernat Soria, propuso a primeros de octubre a las autonomías la incorporación de la vacuna en el calendario vacunal común del Sistema Nacional de Salud. Navarra , La Rioja y el País Vasco serán las primeras en empezar a suministrar la vacuna. Lo harán en los centros escolares para asegurarse la mayor cobertura. Cataluña también tiene previsto seguir esa misma estrategia. El resto de las comunidades tendrán hasta el año 2010 de margen para organizar la inmunización en los colegios.
El tratamiento completo contra algunos de los VPH causantes de este tipo de cáncer costará a las comunidades autónomas algo más de 300 euros (104 por dosis), lo que supondría unos 60 millones de euros si se vacunaran a todas las niñas españolas de 11 años de edad. El precio para los ciudadanos será de 464,58 euros, aunque a partir de enero las tres dosis inyectables necesarias podrán entrar de forma gratuita en el calendario de vacunación para las niñas de entre 11 y 14 años. Las comunidades autónomas compran miles de dosis directamente al laboratorio, y los ciudadanos acuden a las farmacias, que son intermediarios, de ahí la diferencia de precio. La vacunación completa consistirá en tres dosis separadas (inyecciones intramusculares) que deberán administrarse en un plazo de entre seis meses y un año (la segunda dosis dos meses después de la primera, y la tercera y última, a partir del sexto mes).
Para adquirir la vacuna en las farmacias habrá que presentar una receta médica. El ministro de Sanidad ha recomendado a los padres «que esperen porque va a ser lo más efectivo desde el punto de vista sanitario y sin lugar a dudas, más económico». «Al menos -dijo- hasta el 1 de enero», plazo en el que según Bernat Soria las comunidades autónomas empezarán a incorporarla progresivamente en sus calendarios vacunales.
Limitaciones
Algunos científicos consideran que Gardasil sólo cubre entre el 40 y 60% de los casos, por ello se sigue investigando para obtener una alternativa que proteja en su totalidad a los afectados.
Pero, a pesar de las reconocidas limitaciones de la vacuna que acaba de salir al mercado, existe cierta unanimidad entre los expertos. Así, en el Congreso de la Organización Europea de Investigación sobre Infección y Neoplasia Genitales (Eurogin-2007), celebrado a primeros de este mes de octubre en Montecarlo, se apostó por la vacunación generalizada de las niñas de 9-14 años contra el VPH. Los especialistas apuntaron la necesidad de generalizar la inmunización «hasta los 18 años, si los recursos lo permiten», y extenderla hasta los 26 cuando la evaluación individual lo aconseje. A partir de esta edad no existe por el momento respaldo científico, por ello los expertos continúan insistiendo en la prevención mediante el uso de medidas profilácticas en las relaciones sexuales y en la detección precoz de infecciones del VPH con pruebas específicas y citologías.
Riesgo de contagio
La vacuna del papilomavirus, que llega un año y tres meses después de que se autorizara su comercialización en Europa, suprimirá tratamientos que suponen un coste de 231 millones de euros al año, no acaba pues con las revisiones ginecológicas periódicas, pero permitirá distanciarlas. El control ginecológico de este agente infeccioso, que se transmite por contacto sexual y que causa el cáncer de cuello uterino y de otros tipos como el anal, el de vulva o el de pene, pasaría a hacerse cada cinco años.
Con las tres dosis de la infancia se espera lograr una protección a lo largo de toda la vida. Los estudios realizados han comprobado que la protección se mantiene, al menos, durante 7 años. «En ese tiempo es constante la presencia de anticuerpos circulantes en sangre y moco cervical. Nuestra expectativa es que la protección sea de larga duración», explicó Xavier Bosch, jefe del servicio de Epidemiología y Registro del Cáncer del Instituto Catalán de Oncología y uno de los investigadores que han participado en los ensayos de la vacuna.
Según el Ministerio de Sanidad y Consumo, el cáncer de cuello de útero es el segundo tumor en frecuencia en las mujeres de todo el mundo. Se estima que anualmente se producen más de 500.000 casos nuevos y en torno a unas 280.000 defunciones por esta causa. El VPH está en el origen de una de las infecciones de transmisión sexual más comunes.
Los programas de vacunación se dirigen inicialmente a las adolescentes antes del inicio de su actividad sexual, puesto que la franja de edad con mayor riesgo de contagio es la comprendida entre los 15 y los 25 años. En los estudios realizados en población general se ha identificado un mayor riesgo asociado a mujeres con más parejas sexuales así como una suave tendencia decreciente con la edad. Se produce una disminución muy marcada, hasta los 40 años, para estabilizarse a partir de entonces.
En España, la prevalencia de infección por VHP es una de las más bajas de Europa
Se conocen más de 100 tipos del virus del papiloma humano. La Agencia Internacional de Investigación del Cáncer (IARC) considera que al menos 13 de estos tipos son cancerígenos para los humanos. Aproximadamente, el 70% de los casos de cáncer de cuello de útero en el mundo son producidos por dos de estos tipos de virus. Otros dos genotipos de bajo riesgo producen un elevado porcentaje de displasias cervicales leves y más del 90% de las verrugas genitales o condilomas. Normalmente, las infecciones por VPH ceden espontáneamente en un plazo máximo de dos años, pero pueden persistir y producir lesiones precancerosas que, si no se tratan, pueden evolucionar en 20 o 30 años a un cáncer de cérvix.
La IARC estimó la incidencia de cáncer cervical en España en 2002 en 2.103 casos, lo que supone una tasa de 7,6 casos por 100.000 mujeres, una de las más bajas de Europa. La mortalidad detectada en 2005 por el Instituto Nacional de Estadística (INE) fue de 594 muertes por cáncer de cuello de útero, lo que supone una tasa de 2 muertes por 100.000 mujeres, con una edad media de defunción de 63 años. Las cifras de mortalidad están también entre las más bajas de Europa.
Cada año se diagnostican en España 2.100 nuevos casos de cáncer de cuello de útero. El resto de las enfermedades genitales causadas por el virus afectan cada año a 497.000 mujeres
Existen dos vacunas frente al VPH: Gardasil, vacuna tetravalente recombinante, que incluye los tipos 6, 11, 16 y 18 y que ha obtenido autorización para comercializarse en la UE, y Cervarix, bivalente recombinante de GlaxoSmithKline (que incluye los tipos 16 y 18, que está en proceso final de autorización por la Comisión Europea). Gardasil, comercializada por Sanofi Pasteur MSD, se ha mostrado muy eficaz en mujeres sin infección previa.
Según informó Sergio Montero, director general en España de la farmacéutica Sanofi Pasteur MSD, la importancia de Gardasil va más allá de la protección frente al cáncer de cuello de útero, ya que prevendrá la aparición de lesiones precancerosas, de las que se generan cada año más de 54.000 nuevos casos en España, y las verrugas genitales (56.000 nuevos casos).
En la inyección, además del virus inactivado, se encuentran otros ingredientes entre los que aparecen trazas de aluminio, un metal controvertido puesto que algunos estudios, aunque no existe un consenso, lo han asociado a pérdidas de la masa ósea, a patologías musculares e incluso a la enfermedad de Alzheimer.
Educación sanitaria
En cualquier caso, el Ministerio de Sanidad insiste en la importancia de intensificar en la población de mayor riesgo (15-25 años) las políticas de educación sanitaria y sexual, con especial incidencia en la utilización de medidas profilácticas, especialmente el preservativo, herramientas de enorme eficacia en la prevención del contagio de infecciones de transmisión sexual. Se deben promover campañas de educación sanitaria para evitar que la percepción de seguridad tras la introducción de la vacuna lleve a un aumento de prácticas sexuales no seguras, de forma especial entre las adolescentes vacunadas.
- Nombre comercial: “Gardasil”.
- Precio: 155 euros la dosis. El tratamiento completo son 465 euros.
- Dosis necesarias: Tres. Son intramusculares y deben administrarse en el plazo máximo de un año. Tras la primera, la segunda debe inyectarse a los dos meses y la última a partir del sexto mes.
- ¿Quién tiene que vacunarse? Niñas y jóvenes entre 11 y 26 años. Aunque los expertos dicen que la prioridad deben ser niñas con edades comprendidas entre nueve y 14 años. También es recomendable para niños entre 9 y 13 años.
- Financiación pública: Sólo para las niñas entre 11 y 14 años. Para el resto, podrá comprarse en la farmacia con receta médica.
- Eficacia: Protege al cien por cien frente a los tipos 6, 11, 16 y 18 del virus del papiloma humano, que ocasionan lesiones en el cuello uterino, cáncer de cérvix o lesiones genitales externas, como verrugas.
- Duración de la protección: Se supone que es para toda la vida. Las pruebas científicas sólo han podido garantizar la protección durante siete años.