El doctor Claude Piró, licenciado en Medicina por la Universidad de Tolousse (Francia), ha desarrollado una nueva técnica para dejar de fumar. La principal novedad de este tratamiento, denominado Terapia Fotónica Antiadicciones, es que se basa en la física pura.
Piró estudió la resonancia vibratoria en miles de individuos frente a las estimulaciones fotónicas (eléctricas, magnéticas y gravitacionales) seleccionadas por gelatinas de colores diseñadas por los laboratorios Kodak. Aplicó sus investigaciones en el desarrollo de un tratamiento contra el tabaquismo y, según él, «esta terapia permite liberarse del tabaco porque desaparece la necesidad de cualquier estímulo externo, mediante la recuperación del funcionamiento espontáneo natural de las células de cada persona».
De las 1.200 personas sometidas al tratamiento en los dos últimos años, antes de la sesión, el 84,6% se encontraba en un estado de fuerte ansiedad por el deseo de encender un cigarrillo, e inmediatamente después de acabar la misma se sentían tranquilos y con total indiferencia hacia el tabaco. Al cabo de seis meses, el 92,3% de esos fumadores seguía sin probar el tabaco.
Por lo visto, la ayuda consiste en liberar al paciente de la adicción. Una vez liberado, se deja de fumar sin tener que sustituir el tabaco por ningún otro elemento y sin síndrome de abstinencia.
Cristina Calvo, directora de MundoSalud, ha probado la eficacia de la terapia. «El terapeuta, sin mediar palabra, te toma el pulso con una mano y con la otra te va pasando por la cabeza distintas gelatinas de colores. Pasados unos 20 minutos como máximo te levantas y te vas relajada, sin ninguna ansiedad», explica Calvo, que reconoce que desde entonces no ha vuelto a fumar.