Una investigación, publicada recientemente en ‘JAMA’, realizada en personas mayores con bajos niveles de hormona androgénica y que la reciben en forma de suplementos, pone de manifiesto que aunque la masa magra corporal aumenta y la masa grasa disminuye, no se observa mejoría significativa en su movilidad o en el estado cognitivo en comparación del grupo de personas que no reciben suplemento.
Las conclusiones de la investigación, llevada a cabo por científicos de la Universidad de Utrecht, en Holanda, señalan resultados dispares, ya que, aunque sin ser estadísticamente significativos, un 48% de los ancianos tratados con testosterona fueron diagnosticados con síndrome metabólico, comparado con el 35% del grupo control. Igualmente, en el grupo al que se administraba suplemento presentó un aumento de las concentraciones de creatinina, hemoglobina y hematocrito en sangre.
El envejecimiento en hombres se relaciona con una disminución progresiva de los niveles de la hormona testosterona asociada, a su vez, con pérdida de masa y fuerza muscular y un aumento de la masa grasa abdominal.