Los especialistas que participaron ayer en Madrid en la sexta Jornada Nacional de Obesidad y Factores de Riesgo Metabólico destacaron el papel fundamental que juegan los antioxidantes en la prevención del cáncer y el envejecimiento.
Las frutas y las verduras contienen en mayor proporción estos elementos porque son ricas en vitaminas C y E, carotenoides, minerales y oligoelementos como el selenio o el zinc. En concreto, son ricos en antioxidantes los tomates, la coliflor, los limones, las naranjas, las uvas, el ajo, las cebollas, el té, la soja y algunas especias como el curry.
Teniendo en cuenta esto, la doctora Irene Bretón, de la Unidad de Nutrición del Hospital Gregorio Marañón de Madrid, aconsejó aumentar la ingesta diaria de frutas y verduras, y limitar el consumo de alcohol, carne roja, grasas saturadas y productos ahumados, curados o cocinados a altas temperaturas. Todo ello combinado con ejercicio físico.
Bretón recordó que una alimentación incorrecta es el segundo factor de riesgo de cáncer, después del tabaco. «Aproximadamente un 30% de los tumores tienen como base una alimentación deficiente», aseguró.
Por su parte, Ana Zugasti, de la Unidad de Nutrición del Hospital Virgen del Camino de Pamplona, subrayó la capacidad preventiva y terapéutica de los antioxidantes en el abordaje del envejecimiento. Zugasti advirtió de que no hay fórmulas mágicas para retrasarlo, y que la clave para llevarlo lo mejor posible es una dieta equilibrada y variada, moderando el consumo de alcohol y la ingesta de grasas saturadas y azúcares refinados.