La palabra salsa proviene del latín salsus que significa sazonado con sal. Las salsas son el toque final que transforma, en este caso una hortaliza cocinada o cruda, en un plato condimentado, con mayores matices, diferentes texturas y sabores.
Salsa vinagreta a la mostazaSe prepara con: 2 cucharadas soperas de aceite de oliva, 1 cucharada de mostaza de Dijòn, 1 cucharada sopera de zumo de limón y otra de vinagre, sal y pimienta. Para su elaboración hay que batir juntos todos los ingredientes, con la ayuda de un tenedor o de unas varillas de pastelería. Esta salsa combina muy bien con todo tipo de ensaladas y verduras crudas.
Salsa vinagreta de tomateSe elabora con: 100 g de tomate triturado, 2 cucharadas de aceite de oliva virgen y 1 de vinagre de manzana, sal y pimienta. Hay que pasar todos los ingredientes con ayuda de la batidora hasta formar una crema ligeramente ácida. Esta salsa es perfecta para ensaladas.
Salsa de yogurSe prepara con: 1 yogur natural, el zumo de 1/2 limón, 2 cucharadas de aceite de oliva, unas ramitas de perejil picado, sal y pimienta. Hay que mezclar y batir todos los ingredientes hasta obtener una salsa homogénea.