El tabaquismo y los efectos del humo del tabaco son uno de los principales problemas de salud pública en la actualidad. Estudios científicos demuestran que el tabaquismo de los padres influye directamente en la salud respiratoria de los hijos y predispone al asma infantil, que cuando se produce es de mayor gravedad, asegura la Sociedad Española de Neumología y Cirugía Torácica (SEPAR) con motivo de la próxima celebración del Día Mundial del Asma, el 6 de mayo.
«Los niños asmáticos de madres fumadoras sufren un asma más grave y tienen menor capacidad pulmonar que aquellos cuyas madres no fuman», afirma Vicente Plaza, coordinador del Área de Asma de la SEPAR. Este especialista también comenta que «los asmáticos fumadores tienen más síntomas, más morbilidad y peor salud respiratoria que los asmáticos no fumadores».
Un estudio publicado en la revista «Archivos de Bronconeumología» revela que existen evidencias que indican que el hábito de fumar en los padres se relaciona con un incremento en la prevalencia del asma y síntomas respiratorios en los niños. Asimismo, existe una relación dependiente de la dosis entre el tabaquismo en los padres y la prevalencia de asma, sibilancias (pitos al respirar) y tos crónica.
Otro estudio señala que el tabaquismo materno tiene mayor influencia que el paterno en el asma infantil, lo que indicaría la importancia del efecto postnatal.
Fumar en el hogar
Una investigación realizada en Alemania en 7.284 niños de edades comprendidas entre los 9 y 11 años, puso de manifiesto que los hijos de padres fumadores que fuman en el hogar tienen menor capacidad respiratoria, que aquellos cuyos progenitores no son fumadores. Igualmente, tanto la tos como las sibilancias aumentan en relación con los niveles de consumo de tabaco.
Además, los resultados de este estudio muestran que la exposición al humo del tabaco tiene un efecto adverso sobre la función pulmonar y predispone al asma infantil. «El humo del tabaco es un agente tóxico, cuya composición de sustancias nocivas es muy elevada, e incide directamente sobre la vía aérea, donde desencadena una respuesta inflamatoria local», explica Teresa Bazús, neumóloga especialista en asma.
Esta experta recuerda que existen tres momentos en la vida de los niños en los que la exposición al humo del tabaco es muy relevante en relación a la afectación de la función pulmonar: el periodo de gestación, los primeros dos años de vida -cuando se dan el mayor número de infecciones que afectan al sistema respiratorio y el tabaquismo materno tiene mayores efectos-, y los demás años de la infancia.