El H5N1 no es el único virus de la gripe aviar que puede causar la tan temida pandemia de la enfermedad. Otra cepa, llamada H9N2, supone una amenaza similar, aseguran científicos de la Universidad de Maryland y del Hospital St. Jude de Estados Unidos. Sus investigaciones demuestran que este virus es capaz de extenderse e infectar con muy pocos cambios.
Existen centenares de variantes de virus de la gripe aviar, pero sólo cuatro -H5N1, H7N3, H7N7 y H9N2- pueden afectar a los humanos. La Organización Mundial de la Salud (OMS) lleva tiempo advirtiendo de que se avecina una epidemia global de la enfermedad. El H5N1, que ha infectado a 385 personas y se ha cobrado 243 víctimas mortales desde 2003, es el principal sospechoso para desencadenarla.
Sin embargo, ahora ha surgido una nueva cepa igual de peligrosa. «Nuestros resultados muestran que la prevalencia del virus H9N2 en aves es una amenaza significativa para los humanos», aseguran los investigadores norteamericanos.
Esta cepa infecta sobre todo a pájaros, gallinas y otros animales de granja, como son los cerdos. También se han documentado cuatro casos en niños en Hong Kong, sin consecuencias graves. Los científicos probaron la habilidad de transmisión del H9N2 en hurones, una especie cuya biología es similar a la humana cuando se infecta con la gripe. Una única mutación convirtió al virus en más virulento y transmisible.
La mayoría de las víctimas humanas del H5N1 se han producido en Indonesia. Desde junio de 2005 a febrero de 2008 hubo 127 ciudadanos infectados, 103 -el 81%- acabaron muriendo, según un informe de la revista «The Lancet».
Pero el peligro no está sólo en Asia. La Organización de la ONU para la Agricultura y la Alimentación (FAO) ya ha alertado de la presencia de una nueva variedad de H5N1 descubierta en el continente africano.