Las enfermedades cardiovasculares provocan las mayores tasas de mortalidad en los países del Este de Europa, tales como Ucrania, Bulgaria y Rusia, donde cada año mueren entre 74 y 161 hombres por cada 100.000 habitantes. Andalucía y Extremadura presentan una tasa de mortalidad similar a la de estos países, mientras que otras regiones como la Comunidad Valenciana, Baleares y Canarias también se acercan a estas zonas de «peligro», según un informe realizado por la Sociedad Española de Cardiología (SEC) y la Fundación Española del Corazón (FEC), con motivo de la celebración hoy del Día Mundial del Corazón.
El número de muertes por esta causa es en la actualidad sólo del 5%, cuando hace unos años era del 20%. Sin embargo, la incidencia de las enfermedades cardiovasculares va a seguir creciendo, ya que existen factores de riesgo como el tabaquismo, cuya incidencia está estable, mientras que otros han aumentado, caso de la obesidad. El incremento de la obesidad infantil y el sedentarismo también serán determinantes en un mayor número de casos de infarto en personas más jóvenes, cuando en estos momentos la edad media de estos pacientes está en torno a los 69 años.
Cambio de tendencia
España ha experimentado un cambio significativo en la incidencia de estas afecciones, a pesar de que es uno de los países del mundo que tradicionalmente tenía una de las tasas más bajas de enfermedades del corazón debido a la dieta mediterránea, explicó el presidente de la FEC, Eduardo de Teresa. Sin embargo, en las regiones del litoral español se ha demostrado que este elemento positivo no es suficiente porque se detectan otros factores desencadenantes de patología cardiovascular como la obesidad, la diabetes, la hipertensión y el tabaquismo, entre otros, añadió
Junto con Francia, Suiza e Italia, España forma parte del grupo de naciones con menor riesgo de mortalidad por estas patologías, aunque la prevalencia de infarto de miocardio en mayores de 65 años continúa creciendo, mientras que el nivel más elevado de fallecimientos por esta causa lo tienen Ucrania, Bulgaria y Rusia. A pesar de que estas dolencias afectan en menor proporción a los españoles que a otros europeos, siguen siendo la primera causa de mortalidad en este país, afirmó el secretario general de la SEC, Esteban López.
Factores de riesgo
Los factores que han variado sustancialmente el mapa de las enfermedades cardiovasculares en España son el sedentarismo, que afecta a un 60%, y el abandono de la dieta mediterránea, ya que casi la mitad de los españoles tiene sobrepeso y un 20% es obeso, tasa que alcanza al 15% de los niños. Así, tras Bulgaria, Eslovenia y Letonia, los pacientes españoles documentan, de media, una presión arterial más elevada -150,5 mmHg-, siendo el cuarto país de la UE con las cifras más altas.
Más alentador es el control lipídico, ya que la media de colesterol total es de 5,08 mmol/L, lo que sitúa a nuestro país en la parte más baja de la lista, tan sólo por delante del Reino Unido. Además, los expertos destacan la alta prevalencia de la diabetes diagnosticada o no diagnosticada.