El escándalo de la carne de cerdo irlandesa con dioxinas salta ahora al vacuno. El Ministerio de Agricultura irlandés ha confirmado que al menos 38 granjas de ganado vacuno del país han alimentado a sus animales con el mismo pienso contaminado que ha provocado la alerta alimentaria sobre todos los productos de porcino elaborados en Irlanda a partir del 1 de septiembre.
El ministro de Agricultura, Brendan Smith, ha dicho que se prohibirá la venta de carne de las explotaciones que han dado positivo. No obstante, ha precisado que la carne de vacuno que se encuentre en los establecimientos no se retirará porque el riesgo para la salud es «extremadamente bajo».
Los análisis han revelado la presencia de policlorobifenilos dos o tres veces por encima del límite permitido. En el caso de los piensos y las muestras de grasa de los cerdos, los niveles de dioxinas detectados superaban entre 80 y 200 veces el límite considerado seguro para el consumo. Aun así, sólo hay riesgo si se consume de manera prolongada.
«Los resultados dicen que (la carne) no cumple los requisitos, pero no hasta unos niveles que representen una amenaza para la salud pública», ha asegurado Smith.
Por su parte, Maria Jennings, responsable de la Autoridad irlandesa de Seguridad Alimentaria, ha explicado que el ganado vacuno es alimentado con varios tipos de pienso y que su crianza no es tan intensiva como la de los cerdos. Además, el vacuno digiere y procesa el alimento de manera diferente, lo que reduce el riesgo de infección.
En Irlanda del Norte se han establecido restricciones en ocho granjas de vacuno donde se ha usado el pienso contaminado. En cualquier caso, Jennings ha garantizado que la carne actualmente en venta en la región es «segura».