El consumo de soja también está relacionado con una disminución del riesgo de sufrir osteoporosis y enfermedades cardiovasculares, es decir, las que afectan al corazón y al riego sanguíneo.
Sus interesantes propiedades
La soja contiene isoflavonas, un tipo de fitoestrógenos con acción antioxidante y a las que la soja debe parte de sus propiedades. Durante el periodo fértil de la mujer, la exposición excesiva a los estrógenos humanos (hormonas sexuales femeninas) constituye uno de los factores de riesgo para desarrollar cáncer de mama así como cualquier otro tipo de cáncer dependiente de hormonas como el cáncer de endometrio o de útero. Si estas hormonas humanas están presentes en niveles demasiado elevados, pueden provocar la división de las células, seguido de un crecimiento incontrolado de las mismas que podría dar lugar a la aparición de un tumor maligno.
Los fitoestrógenos que contiene la soja son estrógenos de origen vegetal. Su forma y estructura es similar a la de los estrógenos humanos, pero poseen una acción más débil sobre las células. El interés que ha despertado la soja se debe por tanto a la posibilidad de que los fitoestrógenos sean susceptibles de reducir el riesgo de una división celular descontrolada. Además se conoce su posible capacidad para tratar o prevenir otras enfermedades y trastornos en los que intervienen los estrógenos como la osteoporosis, las enfermedades cardiovasculares o los síntomas relacionados con la menopausia.
Datos obtenidos en diferentes estudios han comprobado que países como Japón en los que el consumo de soja está muy extendido (se ingiere entre 20 y 50 miligramos de fitoestrógenos al día), el riesgo de padecer cáncer de mama es de cinco a ocho veces menor que en los países de Europa occidental como España, donde el consumo de estas sustancias ronda el miligramo diario.
Existen otros alimentos que poseen fitoestrógenos entre los que se encuentran las legumbres. Éstas contienen cantidades apreciables de fitoestrógenos aunque son bastante inferiores a las presentes en la soja. El té y el ginseng también contienen fitoestrógenos. Sin embargo en el caso del ginseng conviene no abusar de su consumo ya que su exceso puede provocar la aparición de diversos efectos secundarios entre los que se encuentra el hiperestrogenismo (aumento de estrógeno en la sangre)
Cómo incluir la soja en la dieta
La soja es una legumbre y por tanto se puede preparar hervida como si se tratara de un plato de lentejas o de garbanzos. Sin embargo, el mercado cada vez ofrece una mayor variedad de productos derivados de la soja que hacen más numerosas las posibilidades de incluirla en la dieta.
– El tofu es la cuajada de la leche de soja. Su sabor es neutro y puede emplearse como ingrediente para las ensaladas o para elaborar platos tan variados como hamburguesas, tortillas, empanadillas… – El miso, un fermento elaborado con soja y sal marina, es un buen acompañamiento para un plato de arroz. – El tempeh, procedente de la fermentación de los granos de soja, posee una textura compacta que hace posible que pueda prepararse a la plancha, frito, al vapor, estofado, al microondas, rallado o incorporado en una sopa. – El seitán es un derivado de la soja con un aspecto muy similar al de la carne por lo que en muchos casos recibe el nombre de «carne vegetal». De hecho, las posibilidades que el seitán ofrece en la cocina son casi tan numerosas como las de la carne, ya que puede prepararse frito, empanado, etc, y acompañarlo de guarnición como si se tratase de un filete.
Existen también otros productos derivados de la soja como el batido de soja o el tamari (salsa de soja) que resultan muy sencillos de incluir en la alimentación. El batido puede consumirse del mismo modo que la leche de vaca, y el tamari resulta muy agradable en sopas y guisos siempre que se utilice en su justa medida ya que posee un sabor bastante intenso.
En el mercado se pueden encontrar diferentes productos como yogures o zumos que incorporan soja en su composición, sin embargo las cantidades de soja que contienen son muy pequeñas. Por tanto, si se desean obtener los beneficios que ofrece la soja lo más conveniente es recurrir a la soja como tal y a sus derivados.