Investigadores de la Universidad de Córdoba han logrado demostrar los efectos nutricionales beneficiosos de una dieta mediterránea cetogénica. Su investigación, recogida por el Grupo de Desarrollo y Conocimiento (GDESCO), revela que se trata de una forma efectiva de perder peso, reducir la presión sanguínea y mejorar los niveles de glucosa en sangre.
Las dietas cetogénicas, ricas en grasas y pobres en azúcares, deben seguirse bajo estricta supervisión médica y nutricional y durante tiempo limitado porque pueden tener efectos secundarios, como estreñimiento o dolor abdominal. Según este trabajo, estas dietas son, siempre bajo un control médico adecuado, una manera efectiva y saludable de perder peso, ya que fomentan un perfil lípido sin riesgos para la salud, una menor presión sanguínea y un descenso de la resistencia a la insulina, con una mejora de los niveles sanguíneos de glucosa e insulina.
A ello se unen los beneficios de la dieta mediterránea, con ingredientes básicos como el aceite de oliva, el vino tinto y las verduras. En España, el pescado constituye también un elemento fundamental de dicha dieta.
El objetivo del estudio, realizado por Joaquín Pérez-Guisado, Andrés Muñoz-Serrano y Ángeles Alonso-Moraga, del Departamento de Genética de la citada universidad, era demostrar los efectos nutricionales de una dieta cetogénica proteínica rica en aceite de oliva, ensalada, pescado y vino tinto.
En el caso concreto del aceite de oliva, su consumo previene los principales factores de riesgo cardiovascular, como el perfil lipoproteínico, la presión sanguínea, el metabolismo de la glucosa y el perfil antitrombótico, afirman los autores.