El material genético de tres virus oncogénicos (del papiloma humano, de la hepatitis B y de Epstein-Barr) sufre importantes cambios durante la progresión del cáncer. Ésta es la conclusión a la que ha llegado un equipo internacional de científicos liderado por Manel Esteller, director del Programa de Epigenética y Biología del Cáncer del Instituto de Investigación Biomédica de Bellvitge (Barcelona). Estos expertos afirman que esas alteraciones servirían para engañar al sistema inmunitario. Este hallazgo podría tener implicaciones en el desarrollo de nuevos métodos de prevención, diagnóstico y tratamiento de la enfermedad.
La mayoría de la población está infectada con el virus de Epstein-Barr y millones de personas lo están con el virus del papiloma humano (VPH) o con el virus de la hepatitis B (VHB). El VPH provoca cáncer de cuello de útero, el VHB está relacionado con el cáncer de hígado y el de Epstein-Barr con cierto tipo de linfomas, indica este trabajo, dirigido por Sin embargo, la mayoría de infectados no llega a desarrollar la enfermedad. Entender cómo, en algunos casos, estas infecciones progresan hasta provocar un cáncer es esencial para desarrollar nuevos métodos para atacar los virus y evitar la patología.
Metilación del ADN
Los científicos elaboraron el mapa completo de la metilación del ADN -un tipo específico de modificación química del material genético- en el genoma de los citados virus. Además, compararon el metiloma (el mapa de la metilación) en portadores asintomáticos de los virus, en pacientes con una infección activa y en otros que estaban desarrollando un cáncer relacionado con los mismos.
Los investigadores observaron que la metilación era muy diferente en todos los casos. «Cuando pasamos de los portadores asintomáticos a los estadios intermedios de la enfermedad y de aquí a los enfermos de cáncer, el genoma del virus no cambia demasiado, pero su epigenoma es totalmente diferente», explicó Esteller. Concretamente, los científicos vieron que los genomas de los virus estaban progresivamente más metilados en pacientes que habían desarrollado un cáncer.
Los virus se aprovechan así del mecanismo de metilación de las células del organismo para modificar su propio ADN, según Esteller. Tratan de usar esta metilación para burlar al sistema inmunitario y pasar desapercibidos al organismo. «Estos resultados son sorprendentes, y explicarían por qué algunos de estos virus sobreviven durante largos periodos de tiempo en nuestro organismo», apuntó el investigador.
Este descubrimiento hará más fácil el estudio, el diagnóstico y el tratamiento de tumores relacionados con esos virus. Además, los cambios observados también podrían estar presentes en otros virus oncogénicos o los que provocan otras enfermedades, desde la gripe hasta el sida.
La metilación del ADN podría servir de marcador sobre la progresión de la enfermedad y la aplicación de fármacos que revertieran la misma podría servir para combatir estos mecanismos que permiten a los virus engañar al sistema inmunitario, dijo Esteller.