Los casos de obesidad en edad infantil y juvenil continúan en aumento, según alerta el Centro de Investigación Biomédica en Red sobre la Fisiopatología de la Obesidad y la Nutrición (CIBERobn). Más del 80% de los jóvenes obesos permanecerán así «de por vida», sentencia el centro de forma rotunda.
Los últimos datos de la Encuesta Nacional de Salud señalan que el 27,6% de los menores de 2 a 17 años tienen sobrepeso, de los que el 9% son obesos. España presenta una de las tasas de obesidad infantil «más alarmantes» de Europa. Ante el aumento de hipertensión arterial pediátrica que conllevan estas cifras, este grupo de expertos ha colaborado en la primera Guía de Diagnóstico, Evaluación y Tratamiento de la Hipertensión Arterial en Niños y Adolescentes, en colaboración con la Sociedad Europea de Hipertensión.
El documento tiene como objetivo establecer recomendaciones ante la proliferación de enfermedades, hasta ahora asociadas a la edad adulta, en pacientes cada vez más jóvenes. La hipertensión no tratada o controlada altera la estructura y función de los denominados órganos diana, entre los que se encuentran el corazón, los riñones, las arterias periféricas y el sistema nervioso central, advierte CIBERobn.
Los expertos de CIBERobn lanzan, entre otras recomendaciones, la necesidad de fomentar las acciones preventivas para disminuir la hipertensión arterial, como aumentar la actividad física aeróbica, mantener constante un peso normal, reducir el consumo de sodio, así como consumir una dieta rica en frutas, vegetales y lácteos bajos en grasa. A esto hay que unir un menor sedentarismo, ya que un estudio reciente revela que los niños que ven la televisión menos de ocho horas a la semana tienen un riesgo menor de padecer obesidad que el resto.
CIBERobn ha colaborado, además, en la creación de la primera solución informática que motiva a los niños obesos a llevar un tratamiento adecuado para atajar la obesidad. La iniciativa, denominada ETIOBE (e-terapia inteligente de la obesidad infantil), tiene como principal objetivo la estimulación para incrementar la eficacia del tratamiento. Sus aplicaciones, que se presentan como juegos con ejercicios físicos adaptados a las necesidades de cada paciente, incentivan a los niños con mensajes positivos.