Canadá ofrece al turista la posibilidad única de saborear alimentos propios de los indios nativos como la carne de venado, de búfalo, el arroz salvaje (semilla de una planta acuática llamada «avena de agua»), diferentes tipos de pescado, así como una gran variedad de bayas entre las que destaca el denominado «saskatoon».
Su gastronomía por regiones
Las regiones más antiguas del país como Quebec (la más grande de las 10 provincias que componen Canadá) y las provincias canadienses del atlántico como Ontario, son las que mejor han conservado las costumbres culinarias. Sin embargo estas regiones también poseen platos propios que merecen una mención especial.
En Quebec, provincia fundada como la capital de la nueva Francia, no se puede dejar de probar un buen plato de sopa francesa de guisantes, uno de sus ricos pasteles de carne llamados «tourtières» o un sencillo «poutine», un plato elaborado con patatas fritas y requesón que se convierte en todo un manjar gracias a la refinada influencia gala que presentan todos los platos de esta región.
Desde el punto de vista gastronómico, Ontario se encuentra en el lado opuesto a Quebec, ya que tradicionalmente ha sido considerada como una provincia con una cocina pobre. Sin embargo en los últimos años esta creencia ha ido desapareciendo gracias al empleo, cada vez mayor, de los productos de gran calidad que ofrece la zona. Por tanto, las omnipresentes patatas con carne, han dejado paso a otros platos elaborados con judías, guisantes o pan de maíz y gambas, aderezados con gran maestría mediante mezclas de especias. Además la calidad de sus quesos, especialmente los «cheddar» y la de la carne de sus aves han hecho que la mayoría de los restaurantes de la zona los incluya en sus menús.
Es muy popular en las provincias de Manitoba y Saskatchewan el arroz silvestre que se cultiva en las marismas. También es posible degustar originales platos elaborados con arándanos y bayas de la zona. En la isla de Nueva Escocia así como en British Columbia las especialidades son los alimentos marinos, por lo que los platos de pescado no pueden dejar de probarse, en especial el salmón, protagonista de un buen número de recetas y que se prepara de numerosas formas, por lo que es fácil que alguna de ellas resulte del gusto del turista.
La región de New Brunswick es el paraíso de los amantes de las verduras ya que la cocina de la región es reconocida precisamente por la variedad, calidad y exquisito sabor de sus platos de verduras cocidas o al vapor y acompañadas de mantequilla.
Montreal, la ciudad más importante de la región de Quebec, es famosa por su delicioso pollo y por el popular sándwich de «boeuf fume», un llamativo bocadillo elaborado con pan negro, pepinillos, mostaza y ternera ahumada, un bocado sólo apto para los estómagos más fuertes.
Además, Canadá es el lugar de origen del sirope de savia de arce, un edulcorante que puede emplearse en la cocina gracias a su suave sabor dulce.
El vino de hielo
Para acompañar a cualquiera de los platos que la gastronomía canadiense nos ofrece o bien para tomar como postre, nada como una copa de «icewine» o vino de hielo. Estos sorprendentes vinos se obtienen de uvas que se prensan en estado de congelación, por lo que se produce una gran concentración de azúcar en la uva. El vino ha de ser producido de manera natural, es decir, las uvas no pueden congelarse artificialmente, por lo que éstas han de permanecer en la viña después de que el resto hayan sido vendimiadas. Antes de su recolección, las uvas han de alcanzar una temperatura de -10ºC a -13ºC. En estas condiciones las uvas tienen muy poca agua y una gran concentración de azúcar, por lo que es posible que se necesite una vid entera para elaborar solamente una botella de este vino.
Los mayores productores de estos afrutados y dulces vinos son Austria, Alemania y Canadá, siendo este último el país con mayor fama y prestigio.