La enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC) afecta en España a 1,5 millones de personas, mientras que el número de afectados en todo el mundo se eleva a 210 millones. Es una patología muy seria que, al obstruir las vías respiratorias inferiores, causa malestar y angustia a quienes la padecen y enormes costes sanitarios y sociales. Además, con más de tres millones de fallecimientos al año, es la cuarta causa de muerte mundial, mientras que en el caso español es la quinta y provoca 16.000 fallecimientos anuales.
El recién concluido Congreso de la Sociedad Europea de Enfermedades Respiratorias celebrado en Viena (Austria) ha dejado algunas buenas noticias y renovadas advertencias sobre la urgente necesidad de tomarse en serio la lucha contra el tabaco. El hábito de fumar acapara entre el 80% y el 90% del riesgo de desarrollar esa enfermedad respiratoria, por encima de la polución atmosférica y de la contaminación por el uso de madera y carbón en cocinas y estufas hogareñas, así como de la predisposición genética a la enfermedad.
La investigación terapéutica contra la EPOC tuvo un papel destacado en el encuentro científico de Viena. El especialista estadounidense en enfermedades pulmonares James Donohue señaló que la mejora de los tratamientos actuales, y en particular de los broncodilatadores que permiten respirar con más facilidad, pasa por la «duración mayor de su acción», por mejorar la administración (consideró esencial entrenar al paciente en el uso correcto del inhalador) y por combinar fármacos de distintas familias.
Nuevos fármacos
Entre los broncodilatadores de acción prolongada, hay antagonistas muscarínicos (que tienen un buen representante en el tiotropio, eficaz en pacientes menores de 50 años) y beta-2 agonistas, que ven despuntar ya a un nuevo medicamento tras sus exitosos ensayos clínicos. Es el indicaterol, que según explicó el experto francés en farmacología Mathieu Molimard y el especialista alemán en dolencias pulmonares Roland Buhl ha salido reforzado de la comparación con el citado tiotropio en cuanto a mejora de la función pulmonar y reducción de la falta de aire. Además, el indicaterol alarga de 12 a 24 horas la eficacia de los anteriores fármacos de su misma familia, lo que ayudará a rebajar el persistente incumplimiento terapéutico, destacó el experto en EPOC Bartolomé Celli.
No obstante, mientras se renueva y amplía el arsenal terapéutico contra la enfermedad pulmonar obstructiva crónica (también se vislumbra un primer tratamiento oral, roflumilast, con un perfil de acción específico para inhibir la enzima PDE4 implicada en el proceso inflamatorio de la EPOC), el gran reto inmediato es su diagnóstico a tiempo. De ahí la insistencia de los casi 20.000 especialistas reunidos en Viena en alertar de síntomas iniciales como la tos crónica o la producción de esputos, que conviene consultar al médico para facilitar la detección de la patología antes de que la dificultad de respirar desvele que ya está bastante avanzada.