El máximo representante de la Comisión de Salud del Consejo de Europa, Wolfgang Wodarg, ha asegurado que «no se puede creer» en el criterio de la Organización Mundial de la Salud (OMS) para determinar la intensidad de una epidemia «porque ya han dicho que ha habido una pandemia enorme dos veces» (gripe aviar y gripe A) y, en ambos casos, «fue una mentira». Wodarg ya denunció ante la opinión pública las supuestas presiones de la industria farmacéutica hacia la OMS para que elevara el nivel de alerta por la gripe A.
El representante europeo reiteró su opinión al afirmar que «la OMS cambió la definición de esta enfermedad justo antes de elevar el nivel de alarma», lo que empujó a los gobiernos «a comprar millones de vacunas, algo innecesario». Wodarg insistió en que, desde mayo, ha manifestado a los periódicos que «la alarma por la gripe A era una alarma falsa». De hecho, «algunos países como Polonia no compraron tantas vacunas, y eso les ha supuesto un ahorro en euros y en dolor», argumentó.
Desde el Consejo de Europa, foro político en el que están representados los países europeos, se van a realizar audiciones y estudios científicos para evaluar la actuación de la OMS frente a la pandemia de gripe A, apuntó. El objetivo es establecer una serie de recomendaciones para que en el futuro «no haya estas falsas alarmas», señaló al respecto.
La OMS insistió, por su parte, en negar que las farmacéuticas hayan influido en el diseño de su estrategia contra la pandemia de gripe A. Este organismo internacional cuenta con múltiples mecanismos «para manejar conflictos de intereses o percibirlos», así como para preservar sus decisiones «contra la influencia de cualquier interés inadecuado», indicó. «Las políticas de la OMS contra la pandemia de gripe y su respuesta no han sido influenciadas de forma irregular por la industria farmacéutica», recalcaron en un comunicado donde, no obstante, reconocen «la cooperación global que mantienen con un amplio abanico de socios, entre ellos los del sector privado, para conseguir objetivos de salud pública hoy y en el futuro».
Los análisis de los laboratorios demostraron que el virus de la denominada gripe A era muy diferente de otros virus de la gripe que circulaban entre la población, afirmó la OMS. Además, la información epidemiológica llegada desde México, Estados Unidos y Canadá mostraba «que se podía dar una transmisión de persona a persona», añadió. Aunque estos informes no aclaraban por si solos la situación pandémica, todos juntos daban un importante aviso para que la OMS y otras autoridades de salud pública estuvieran preparadas, concluyó el organismo.