Un consumo elevado de alimentos ricos en omega-3 no reporta ningún beneficio cardiovascular a las mujeres con diabetes tipo 1, pese a ser una de las principales cualidades de estos ácidos grasos, según un trabajo presentado en la última reunión de la Asociación Americana de Diabetes por investigadores de la Universidad de Pittsburgh (Estados Unidos). No obstante, los autores no descartan que las mujeres con diabetes tipo 1 necesiten un mayor consumo para conseguir este efecto protector, ya que son pacientes con un riesgo mucho mayor de sufrir cardiopatías.
Para el desarrollo de esta investigación tomaron parte 601 pacientes -hombres y mujeres-, a quienes se había diagnosticado diabetes tipo 1 desde la infancia y se les suministró una alimentación rica en omega-3. A un total de 166 participantes (27,6%) se les diagnosticó enfermedad cardiovascular durante el seguimiento.
El equipo científico consideró normal esta menor incidencia, ya que está demostrado que estos ácidos grasos ayudan a prevenir la acumulación de colesterol en las arterias. Sin embargo, la sorpresa fue que las mujeres que consumían cantidades similares de omega-3 no tenían menores tasas de enfermedades cardíacas. «A pesar de que los ácidos grasos omega-3 se asocian con un menor riesgo de enfermedad cardiovascular, esto puede no ser así en el caso de las mujeres que tienen diabetes tipo 1», explicó Tina Costacou, autora principal del estudio.