La mitad de los productos de alimentación industrial contienen niveles de grasas trans superiores a los considerados saludables, es decir, sobrepasan el 1% del total de grasas recomendado. Así lo ha puesto de manifiesto un estudio realizado en Mataró, que ha analizado la composición de bollería y snacks, así como la conducta alimentaria de escolares entre seis y doce años. La investigación ha revelado que un 40% de los estudiantes de primaria es consumidor habitual de este tipo de alimentos industriales, aunque la mayoría de ellos sigue una dieta mediterránea de calidad media-alta.
Los expertos alertan de que, pese a los buenos patrones alimentarios de la mayoría, la presencia de productos ricos en grasas saturadas es alta. «Hay evidencia científica de la implicación del consumo de estas grasas trans en el desarrollo de enfermedades vasculares», recuerdan desde los Servicios de Salud Pública del Ayuntamiento de Mataró. Por eso, destacan la importancia de inculcar buenos hábitos alimenticios entre los más jóvenes, ya que se ha observado que la calidad de la dieta empeora conforme los niños crecen.
La investigación se desarrolló en nueve colegios de Mataró en el curso 2008-2009, cuando analizó la alimentación de escolares de 1º, 4º y 6º de Educación Primaria. En el transcurso del estudio, se recopiló información sobre su conducta alimentaria a través de encuestas realizadas entre los niños y sus familias, y se registró el peso y la altura de los pequeños. El objetivo final de este trabajo, galardonado con el Premio Gonzalo Calvo de la Academia de Ciencias Médicas de Cataluña y Baleares, es el diseño de estrategias de intervención dirigidas a disminuir el consumo de alimentos ricos en grasas saturadas entre niños y adolescentes.
En España todavía no hay una regulación sobre las grasas trans, aunque sí en la mayoría de países de la Unión Europea. Estas normativas exigen que el contenido de grasas saturadas en los alimentos sea inferior al 1% del total de las grasas, y que las etiquetas de los productos especifiquen el porcentaje que contienen de las mismas. Estas grasas saturadas están presentes en muchos productos alimentarios, como comida rápida, congelados, precocinados, pizzas, snacks y bollería industrial.