La falta de vitamina D podría estar relacionada con el desarrollo y el grado de severidad de ciertas enfermedades pulmonares autoinmunes. Estos pacientes experimentan, además, una reducción de las funciones pulmonares asociada a estas deficiencias. Así lo afirma una investigación llevada a cabo por la Universidad de Cincinnati (Estados Unidos) y publicada en la revista científica «Chest».
La vinculación de esta sustancia ya se había demostrado en el desarrollo de otras enfermedades autoinmunes como el lupus o la diabetes de tipo 1. Por ello, el equipo de la universidad estadounidense, liderado por Brent Kinder, planteó la hipótesis de que esta relación también se diera en la enfermedad pulmonar intersicticial autoinmune, una patología inflamatoria crónica difícil de diagnosticar que causa cicatrices en los pulmones.
En el desarrollo de la investigación, los científicos evaluaron a 118 pacientes afectados por enfermedades respiratorias, 67 de ellos con patologías autoinmunes de los tejidos conectivos y los otros 51 con otro tipo de fibrosis pulmonar. Los resultados obtenidos demostraron que tanto la carencia como la insuficiencia de vitamina D era mucho más acusada en los enfermos con daños en los tejidos conectivos que en el resto de pacientes. Además, los bajos niveles de vitamina D en este último grupo también aparecían muy vinculados con alteraciones del correcto funcionamiento respiratorio.
«Uno de los próximos pasos es averiguar si los suplementos de vitamina D pueden mejorar la función pulmonar de estos pacientes», explica Kinder. Aunque todavía es necesario confirmar y comprobar su efectividad, esta posibilidad abriría la puerta a un tratamiento más barato y natural para este tipo de enfermedades pulmonares.