La ingestión de aguas minerales naturales puede llegar a cubrir los objetivos nutricionales de calcio y de magnesio, algo que puede ser más destacado en el caso de las personas que no sean consumidoras de lácteos por diferentes circunstancias. Esta conclusión se extrae del informe científico «Los beneficios de las aguas minerales naturales según su composición», elaborado por el Instituto de Investigación Agua y Salud (IIAS. «El calcio del agua se absorbe de una manera excelente», aseguró el secretario general del IIAS, el doctor Jesús Román.
El informe destaca que esta bebida embotellada conserva las mismas propiedades que en origen y debe entenderse que es un componente esencial de una dieta sana. «No aporta calorías y su contribución en minerales beneficiosos para la salud es muy importante», recoge el texto. «Es vehículo para excretar sustancias de desecho, favorece la digestión, previene el estreñimiento y mantiene el buen funcionamiento de los riñones», explicó el doctor Román, quien destacó que también regula la temperatura corporal y elimina toxinas a través de la sudoración.
El documento destaca que, a pesar de lo esencial que resulta el agua, el cuerpo humano no tiene provisión para almacenarla. Cada día se pierden en torno a dos litros y medio por la orina (1.500 mililitros), las heces (150 ml), el sudor (350 ml) y la respiración (400 ml). «Además, cuando hace calor, hacemos ejercicio o sufrimos vómitos, diarreas o fiebre, hay que aumentar el consumo de agua», apuntó Román.
Por edades, un niño debe beber unos 0,6 litros en el primer año de vida y entre 1,8 y 2,6 litros durante la adolescencia, mientras que en mujeres embarazadas y en periodo de lactancia se recomienda una ingesta de tres litros de agua diarios. Las personas con edades avanzadas necesitan un aporte extraordinario de agua y deben beber aunque no tengan sed.
El presidente del IIAS, el doctor Francisco Maraver, detalló los beneficios de las aguas minerales en función de su composición. Aquellas de mineralización débil o muy débil tienen un interesante efecto diurético, por lo que están indicadas para cálculos urinarios, hipertensión y preparación de alimentos infantiles. Las aguas de mineralización media tienen efectos similares, aunque su acción diurética es inversamente proporcional a su contenido en residuo seco, mientras que las de mineralización fuerte pueden ser perfectamente incorporadas en el conjunto de una dieta equilibrada.