Los riesgos para la salud relacionados con la terapia hormonal con estrógenos, utilizada para combatir los síntomas de la menopausia, podrían superarse tras finalizar el tratamiento. Es la principal conclusión de una investigación llevada a cabo por el Fred Hutchinson Cancer Research Center, en Seattle (Estados Unidos), cuyos resultados se han publicado en el «Journal of the American Medical Association».
El estudio ha demostrado que, aunque los ictus y coágulos sanguíneos aumentan durante el tratamiento con estrógenos, no existen diferencias significativas en los riesgos de salud 10 años después entre las mujeres que tomaron hormonas y aquellas que no. Unas 7.600 mujeres han participado en esta investigación, que se centró en algunas mujeres que también habían participado en la «Iniciativa de Salud de la Mujer» (WHI), un estudio que contó con fondos del Gobierno de Estados Unidos y que, por primera vez, elevó la preocupación sobre la seguridad de la terapia hormonal.
Los datos de la WHI mostraron en 2004 que tomar estrógenos incrementaba, por sí mismo, el riesgo de las mujeres a sufrir ictus y no reducía su riesgo de desarrollar una enfermedad cardiaca. Las participantes en este estudio habían sufrido histerectomías antes de unirse al WHI y se les asignó a un grupo que recibió estrógenos. Se les hizo un seguimiento durante 10 años, seis de tratamiento de estrógenos con «Premarin» y cuatro tras finalizar el tratamiento.
El riesgo de sufrir un ictus durante el tiempo en el que tomaron los estrógenos fue un 36% mayor y de desarrollar coágulos un 47% mayor en el grupo que tomó estrógenos que en el que tomó placebo. Sin embargo, 10 años después no se detectaron diferencias significativas entre ambos grupos al analizar estos dos factores.
El tratamiento con estrógenos parece tener algunos beneficios para las mujeres de 50 años, como un descenso del 46% en el riesgo de sufrir ataques al corazón y de un 27% en el riesgo de morir 10 años después. Las mujeres de 70 años, sin embargo, no obtienen los mismos beneficios y, para algunas enfermedades, sus riesgos aumentan con la toma de estrógenos.