El Gobierno ha destinado una partida de 1.850.000 euros para indemnizar a las personas afectadas por secuelas de la talidomida en España durante el periodo 1960-1965. Con este fondo se han financiado las 23 indemnizaciones aprobadas en el año 2010, cuyos beneficiarios han cobrado entre 30.000 y 100.000 euros en función de su grado de discapacidad. El fondo de ayuda se ampliará este año «con el fin de atender al resto de personas que no hayan solicitado las indemnizaciones y que cumplan las condiciones establecidas para acceder a ellas», según ha informado el Ministerio de Sanidad y Política Social.
La mayoría de las personas solicitantes son hombres (57,8% frente al 42,2% de mujeres), que nacieron entre 1960-1965. De ellos, el mayor número nacieron en 1961 y muestran con más frecuencia una discapacidad del 45 % al 64%. Por su parte, la mayoría de las mujeres nacieron en 1962 y también tienen, en mayor número, una discapacidad del 45% al 64%.
Las indemnizaciones son compatibles con cualquier pensión pública a que el beneficiario o beneficiaria tuviera derecho, señaló Sanidad. La gestión de estas ayudas es competencia del Instituto de Mayores y Servicios Sociales (IMSERSO), dependiente del Ministerio de Sanidad, Política Social e Igualdad.
La sustancia activa talidomida fue comercializada en España bajo diferentes nombres a finales de los años 50 y su ingesta por mujeres embarazadas produjo malformaciones en los fetos que se hallaban en los primeros meses de gestación. En 1969 se constató la relación entre su consumo como sedante y calmante por mujeres embarazadas que padecían náuseas y las malformaciones sobre los hijos de las madres que consumieron este fármaco. El número de personas afectadas y las repercusiones físicas, psicológicas y sociales que tuvieron para los afectados, llevó al Ejecutivo a elaborar un proyecto de Decreto Ley, que se aprobó el 30 de julio pasado, en virtud del cual se establecía la concesión una indemnización por una sola vez a quienes durante el periodo 1960-1965 sufrieron malformaciones corporales durante el proceso de gestación como consecuencia de la ingestión de talidomida por la madre gestante.