La Agencia Americana del Medicamento (FDA) de Estados Unidos ha modificado las normas para el etiquetado de las cremas solares. A partir de ahora, estas etiquetas no podrán decir que protegen contra las quemaduras ni el cáncer de piel si el factor de protección no es superior a 15, mientras que tampoco se permitirá publicitar que son resistentes al agua.
Los protectores solares considerados de «amplio espectro» deberán desde ahora proteger contra los rayos ultravioleta A y B y tener un factor de protección solar (SPF) superior a 15, para lo que deben superar una prueba estándar que lo certifique, según ha acordado este organismo. En estos casos, podrán incluir una leyenda que recuerde que «si se utiliza según las indicaciones puede reducir el riesgo de envejecimiento cutáneo prematuro y cáncer de piel cuando se usa con otras medidas de protección solar», tales como el uso de ropa adecuada y la búsqueda de sombra cuando sea posible.
Se garantiza así que los consumidores están mejor informados sobre cómo prevenir las quemaduras solares para protegerse contra el cáncer de piel, ha explicado la directora del Centro para la Evaluación de Medicamentos de la FDA. Además, se contempla incluir una norma que impida a los protectores solares tener un factor superior al 50, ya que aseguran que «no aporta un beneficio adicional significativo».
La FDA estudia la actualización de los reglamentos de protección solar desde 1978 y, ya en 2007, se publicó una propuesta de norma que incluía un sistema de estrellas separadas para la radiación UVA que, no obstante, se rechazó por muchos fabricantes al considerar que era un sistema demasiado confuso para los consumidores. En esta ocasión, Woodcock ha indicado que con la etiqueta de «amplio espectro» se garantiza a los consumidores una protección adecuada contra ambos tipos de radiación (UVA y UVB), mientras que el factor de protección orienta del tiempo que dura la protección.
El organismo también ha advertido de que con este cambio en el etiquetado los protectores solares ya no podrán publicitar que son resistentes al agua, ya que se considera que es «engañoso» advertir de ello, por lo que se obliga a precisar el tiempo de dicha resistencia acuática.