La cirugía es todavía «el hijastro olvidado del sector de la salud mundial», según asegura la Organización Mundial de la Salud (OMS), que reclama por ello que se reconozca «como una intervención de salud importante a nivel mundial», para lo que será «fundamental» mejorar la capacidad quirúrgica local de los países de ingresos bajos y medios.
«Ninguna organización mundial de financiación se centra en la prestación de cuidados quirúrgicos y ninguno de los principales donantes están dispuestos a apoyar y reconocer la cirugía como un aspecto imprescindible de la salud pública mundial», denuncia la OMS en un informe sobre la cirugía como intervención de salud pública. Ello se debe a «ideas erróneas» sobre la cirugía, como que la atención quirúrgica «solo es aplicable a una parte muy limitada de la carga mundial de morbilidad y que, por ello, no es una prioridad». «En realidad, cada año, los traumatismos son responsables de la muerte de más de cinco millones de personas en todo el mundo, es decir, de casi una de cada 10 muertes», apuntan.
Un estudio reciente refleja que un tercio de las defunciones por traumatismo afectan al grupo de edad de 15 a 44 años, que es el segmento económicamente más productivo de la población», añaden. Además, la función de la atención quirúrgica va más allá del tratamiento de los traumatismos, pues es uno de los elementos clave de la Atención Primaria e incluye la gestión de luxaciones traumáticas, el tratamiento de fracturas abiertas y el drenaje de abscesos. También es esencial para limitar la mortalidad materna e infantil. En un informe reciente de la OMS se calcula que en todo el mundo unas 260.000 defunciones se debieron a anomalías congénitas y 342.900 a la mortalidad materna. «Una parte importante de estas muertes podrían haberse evitado mediante cuidados quirúrgicos simples y eficaces en función del coste», apunta la OMS.
La OMS señala que se suele creer que la atención quirúrgica es demasiado cara como intervención de salud pública. Sin embargo, «el coste por año de vida ajustado en función de la discapacidad (AVAD) de la atención obstétrica de emergencia en un hospital rural de Bangladesh era de 10,93 dólares (unos siete euros) por AVAD evitado». La situación es más grave para el tercio más pobre de la población mundial, al que «tan solo le corresponde el 3,5% de las operaciones quirúrgicas practicadas en todo el mundo», según la OMS. «Muchos hospitales de esos países no tienen abastecimiento seguro de agua potable, oxígeno, electricidad o anestesias, lo que hace sumamente difícil que se puedan practicar en ellos hasta las operaciones quirúrgicas más básicas», destacan.
«La mayor parte de la atención prestada por la comunidad sanitaria mundial a la cuestión del desequilibrio en la capacidad quirúrgica se ha limitado a proporcionar alivio a corto plazo a través de misiones médicas», señala la OMS. «Si bien esas misiones han desempeñado y desempeñan un papel importante en la prestación de ayuda inmediata en situaciones de crisis, no pueden sustituir a las inversiones a largo plazo en infraestructura de salud local y capacitación del personal», concluye.